Dime tú, ¿qué nos hace tan diferentes? Por: Susana Trejos Rojas

Desde muy pequeña vi gente grande, alta, gorda, delgada, blanca y negra siendo discriminada por aquella diferencia que si bien la alejaba del paradigma pre establecido por la sociedad, no podía ser más que eso, un leve alejamiento. Ser diferente siempre ha sido marcado como un algo negativo, pero yo me pregunto que tan lejos hemos llegado en nuestros prejuiciosos y que tanto hemos dejado que estos nos cieguen y condicionen nuestros comportamientos. Conocer a alguien, casarse, tener hijos y formar una familia… ¿Cuantos de nosotros no hemos pensado en eso? ¿Que sentirías si te dicen que no puedes aspirar a hacerlo?, ¿Qué sentirías respecto a que te tilden de "no ser apto" y te prohíban realizar eso que tenías planeado? Debe ser difícil no encajar, ser diferente, ir en contra de los parámetros planteados por la sociedad, y además ser juzgado por esto. En Colombia se estipula por medio del Artículo 16 de los derechos humanos, que los hombres y mujeres, a partir de la edad núbil tienen derecho a casarse y fundar una familia; que disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo, sin importar la raza, nacionalidad o religión. que hay de, ¿sin importar la preferencia sexual?.. En este mismo articulo de los derechos humanos, se menciona que "la familia es el elemento fundamental de la sociedad, y tienen derecho a la protección de la sociedad y del Estado". ¿Qué pasa cuando esta sociedad y estado del que gozamos, están cobijado bajo ideales y principios muy católicos que afirman que una familia debe conformarse únicamente por un hombre y una mujer?, ¿Quién protege a las parejas homosexuales para que este derecho les sea respetado? Culturalmente nuestro país, Colombia, es una nación muy dogmática y conservadora, sí, una pequeña nación pintada de azul, razón por la cual muchas personas aún se oponen a la causa; pero, ¿que hay de los derechos establecidos constitucionalmente? Todos tenemos derecho a expresarnos libremente, a ser respetados a pesar de ser de diferentes etnias, creencias religiosas, y en este caso, a pesar de tener preferencia una sexual diferente. Diariamente se cuestiona la idoneidad de las parejas del mismo sexo para adoptar niños; dicen que un niño no tendría un desarrollo normal, que sus padres no podrían darle una vida estable, más no hay ningún estudio realizado desde el punto de vista metodológico, que permita establecer si es adecuado o no para los niños, el hecho de que estos sean adoptados por una pareja homoparental. Hay diversos factores que intervienen a la hora de determinar si una pareja del mismo sexo es apta o no para adoptar, y de igual manera, gran diversidad de factores ( situación económica, social, cultural, religiosa, etnia, edad) que interfieren en la vida del niño/a adoptado/a, por lo tanto no se puede hacer una generalización de los métodos de crianza y la educación que estos recibirían por parte de sus padres adoptivos, ni se puede hacer una regla general que diga que las parejas homoparentales no pueden ofrecerle a sus hijos un desarrollo normal. ¿Desde cuando, nuestros gustos sexuales definen como somos como personas, las capacidades que tenemos y como nos desarrollamos en la vida cotidiana? En conclusión, no hay razones de peso que impidan que una pareja, independientemente de su condición sexual, contraiga matrimonio e inicie un proceso de adopción. Las parejas homosexuales, legalmente tienen una gran ventaja, ya que al igual que todos, deben ser cobijados por dichas leyes, y les debe ser permitido establecer una relación conyugal. Sin embargo considero, la sociedad en la que vivimos no está lista para aceptar, por lo tanto, a pesar de que muchas leyes respalden a dichas parejas, estas no serán bien vistas ni aceptadas a cabalidad, por lo menos, no ahora.