jueves, 25 de marzo de 2010

UN GRAN ABISMO

G. A F. B.

En un día cualquiera hace unos 6 o 7 años atrás, no se le veía nada de especial, como siempre me había levantado a las 5:40 A.M para ir al colegio, luego de haber terminado las clases lleguè al apartamento a las 2:10 P.M como siempre, timbro, Marisela la empleada domestica me abre la puerta, sigo hacia mi cuarto, me quito todo lo que me estorba del colegio. Por fin es viernes y quiero cambiar la rutina, salir con mis amigos molestar un rato, en fin tantas cosas que hay para hacer, como siempre le pido el favor a mari que me sirva el almuerzo, muero de hambre, luego de un rato escucho su llamado a la mesa, mientras me siento en la mesa mari me dice que tiene que salir un rato a hacer una diligencia me advierte que se va a demorar un poco por lo que voy a estar solo en el apartamento por un buen rato, la verdad no le vi ningún problema.
El apartamento quedaba en un 6to piso, el día muy soleado, ya empezaba a caer la tarde por lo que soplaban fuertes vientos que son comunes en los pisos altos cuando estàn todas las ventanas abiertas hasta más no poder, yo sentado, casi tirado en la silla frente al PC jugando cualquier cosa mientras esperaba algún llamado de mis amigos para salir a hacer algo, escucho por la ventana un chiflido que ya reconozco, dos soniditos agudos con un ritmo muy característico de llamado, me asomo de una por la ventana mirando hacia la portería de la unidad, donde siempre llegaba la gente para hacer bajar a los demás, y así empezar un fin de semana que seguro estaría lleno de cosas por hacer, le respondo a Nicolás que subiera un momento que le iba a mostrar algo del juego, al poco tiempo escucho el timbre, voy y abro la puerta, encuentro que esta con Diana la niña que me gusta, salgo a saludar, le digo a Nicolás que entre para que viera lo que tenía en el juego para mostrarle, Diana dice que no, le da pena, la verdad no entendía por què, bueno a fin de cuentas a una nena tan linda no se le puede obligar a nada, decidimos no ver nada del juego ese tema quedo cancelado desde el momento que Diana dijo “NO”, nos sentamos en las escaleras que daban al frente de la puerta del apartamento empezamos a hablar de cuanta cosa se nos ocurría.
de lo entretenido y ahuevado que estaba se me olvidó que el apartamento estaba solo, además las ventanas abiertas a full, con el viento de las 4 de la tarde hasta que escuché un boooooom, era la puerta de la entrada del apartamento que se había azotado en mi espalda, y yo como cosa rara solo tenía una pantaloneta puesta, en ese momento no se me pasaba ninguna idea para tratar de abrir la puerta, una opción era esperar a que llegara mi mama, pero como era viernes normalmente ella llegaba un poco tarde, a eso de las 9 P.M, entonces quedó descartada esa opción, también podía esperar a que llegara mari, pero no estaba seguro si ella hubiera sacado llaves del apartamento, pensé hasta en llamar un cerrajero pero la verdad no tenía dinero para poder pagarlo, Nicolás en un tono de burla me dijo “pásate por el balcón” en ese momento le dije:
- “vos sos guebon o que” nos sentamos un rato en las escaleras, hubo un silencio, creo que los tres estábamos pensando como abrir la puerta, luego de un rato intenté con el clásico método de la tarjeta, antes ya la había abierto así, pero por eso mismo mi mama había mandado a poner una chapa de seguridad ya que normalmente esas chapas son muy básicas, luego de un buen rato intentando abrir esa maldita puerta, ya me entraba el aburrimiento al mismo tiempo que la desesperación, la idea del balcón empezó a tomar importancia, aunque había un pequeño problema, tenía que pedirle permiso a mi vecino para poder entrar a su apartamento y pasarme de su balcón al mío, ya habían subido varios amigos cada uno había hecho su intento, hasta el rondero de la unidad que era una chimba de gente había metido mano en el intento de abrir esa puerta, hasta se ofreció a meterle un tiro a la chapa, pero el método era poco ortodoxo, ya habían pasado por lo menos 3 horas y nada que podíamos con la puerta , en ese lapso de tiempo habíamos bajado a dar vueltas por la unidad para quemar el tiempo, y yo como un total gamín en pantaloneta y descalzo, bueno a fin de cuentas estaba en la unidad que es mi casa, pero no se deja de sentir incomodidad por estar en esas fachas, me decidí y fui hasta el apartamento de mi vecino toque el timbre, espere un rato a que abrieran, abrió la empleada, pregunte por Don José a lo que ella me respondió que no estaba, entonces decidí decirle a ella la idea que tenía en mente, también era consciente que sería mucho más fácil convencerla a ella que a José, ella en la primera oportunidad se negó, empecé a disuadirla para que me permitiera pasar al balcón, le puse cara de regañado como una estrategia para que ayudara, luego de un momento accedió, ella me advertía que tuviera mucho cuidado, cuando entre en el apartamento que por cierto era muy bonito, en mi memoria era la primera vez que entraba, camine derecho hasta el ventanal principal a donde estaba en balcón que estaba separado del mío por un casi dos pasos, agarre la baranda fría en aluminio empecé a caminar hacia el costado para poder llegar al fin de ese balcón y poder pasar al mío, solo en ese momento me di cuenta que la idea era un poco arriesgada, en ese momento se me ocurrió mirar hacia abajo para constatar que estaba a 6 pisos del suelo, un resbalón, paso en falso, o si dejaba que el miedo me venciera, el problema pasaría de ser una simple chapa de una puerta a algo mucho más grave, poco a poco midiendo cada movimiento que realizaba, la adrenalina el miedo y cuanta cosa se puede sentir cuando te encuentras a esta altura asegurado tan solo por la fuerza que tenía en las manos y la habilidad de poder controlar tu cuerpo mientras atravesaba de un lado al otro entre las barrillas que hacían parte de la estructura de la contención del balcón, el momento en donde estaba entre los dos balcones fue el de más tensión estar pendiendo de dos pedazos de aluminio, pero ese era el puente para poder entrar a la casa y ya había tomado la decisión de hacerlo, echarse para atrás en ese punto ya no era una opción, por fin pude llegar al otro lado, estaba a un simple jalón de la mano y una escalada del balcón para estar dentro del apartamento, a pesar de los fuertes vientos mi cuerpo había sudado de una forma inusual, corrí hacia la puerta, en ese momento que atravesé la ventana sentí como si hubiera entrado en otra dimensión, haber entrado por el lugar más difícil a algo que es cotidiano pero que en ese momento estaba bloqueado

1 comentario:

Unknown dijo...

esta bien la descripción que haces en el text, es puntual y analiza cmo se debe.Pero hace falta un poco mas de intriga y de emoción para que no se haga monotona la historia.