El eco de las paredes por Katherin Cetina

En los oscuros callejones, de infinidades de reciprocas quejas y en medio del morbo agigantado de la sociedad, aparece como una la luz la artística mezcla de colores, formas y texturas que muchas veces logran enrojecer de enojo o vergüenza a algunos personajes e individuos públicos gracias a la veracidad que tienen para informar la realidad social en la que estamos siendo sometidos. ¿Practica vandálica o huelga pacífica y anónima? Muchas personas no reconocen el esfuerzo y la valentía que se requiere para realizar arte callejero o más conocido como grafiti, para conseguir potencializar la práctica de la verdad social que muchas veces ha sido sometida a injusticias crueles respecto a quienes más lo necesitan como refuerzo en su lucha de sobrevivir a una sociedad con favoritismos inútiles. El grafiti nace en estados unidos más específicamente en new york, entre los años 60 y 70 donde los grupos del género urbano, más concretamente el hip hop ven el grafiti como el sello y forma de expresión de su baile artístico y callejero que poco a poco entra con fuerza en el mundo del bailoteo con su particular invención. Ante los ojos de muchas personas el grafiti se ha convertido en vandalismo que de manera particular ha ido sometiendo a cada una de las ciudades respectivas a su desintegración no solo social sino en su mayoría de veces al daño causado a edificios o inmuebles en cada una de sus fachadas, pero ¿será que no podemos ver más allá de lo que es este arte? ¿O quedaremos mirando con la mirada equina este arte callejero?. Si, aquí hay que resaltar dos hechos muy importantes y básicos que hay que aclarar; en primer lugar hay que diferenciar de lo que es un grafiti y lo que no pertenece a este tipo de genero expresivo , si comenzamos a analizar de manera detallada el grafiti tiene algunos aspectos particulares que hace que este sea referenciado de esta manera; primero, sus mensajes poseen de manera determinada algún tipo de mensaje critico ya sea por medio de escritura o dibujos donde exponen o evidencia inconformidades sociales a las figuras públicas reconocidas ya que este arte callejero no pertenece a lo que muchos llaman rayones o tachones sin sentido que lo único que hacen es dañar la apariencia de calles y paredes, y segundo es que hay que tomar en cuenta que para los autores del grafiti este es un medio de expresión por no decir el único ya que , si somos sinceros es muy poco probable que en medios de comunicación dejen salir al aire inconformidades que perjudican el perfil y la apariencia de ciertos personajes poderosos. Por tal razón esta es su forma de expresarse y de demostrar lo que siente de manera poco egoísta ya que nos muestra de los hechos de los cuales somos muchos víctimas. La indiferencia y la poca indeterminación en los hechos sociales que nos rodean nos hacen personas ignorantes y el grafiti lo único que trata de resaltar es que nosotros somos la voz del pueblo y no hay manera laguna de cambiarlo; entonces ¿porque no abrimos los ojos? Por qué no demostrar de lo que somos capaces y nos abrimos puertas; esto lo menciono porque si no sean dado cuenta la mayoría de los grafitis por no decir todos son expresiones artísticas llenas de inconformidad en especial con el manejo político de nuestro país. Si partimos de hechos que desagradan los ojos, resaltemos cada una de las fachadas cubiertas por miles de afiches publicitarios, que claro, no tiene ningún tipo de problemas con la autoridad ya que solo están promocionando productos, conciertos o fiestas; pero claro si estos afiches “promocionaran” huelgas sería muy acertado decir que también esto sería catalogado como un acto vandálico y de manera determinada seria prohibido. Según el artículo 20 de la constitución política dice: “se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura”. Partiendo de este decreto hay que dejar claro que el grafiti es una de esas formas que nuevamente ha ido tomando fuerza permitiendo resaltar hechos inconsistentes que nos perjudican y que pocos ven gracias a los estigmas planteados en nuestra sociedad. Aunque está claro que la ley trabaja en prohibir algunos grafitis por que provocan vulneración a la propiedad publica o por el simple hecho de que no garantiza el derecho de algunas personas, no hay que dejar a atrás que se aprovechan de esta restricción para no dejar ver hechos perjudiciales para nosotros la voz del pueblo. Según Valentín Justel de España dice que “en definitiva , el grafiti debe entenderse como una forma legítima , e incluso subversiva de comunicación pública , como una expresión innata a las circunstancias de lo urbano y otorgarle el valor de verdadero movimiento cultural y artístico” Si tomamos en cuenta la opinión de Valentín el resalta la finalidad del grafiti y su visión favorable que ante la sociedad puede representar, si nos quitamos los paradigmas sociales de apariencia. El arte urbano, las subculturas, el grafiti, la pintura sobre el cuerpo y el arte conceptual; en su conjunto forman la expresión más clara de lo a que somos y seremos como sociedad, abriéndonos pasos a nuevas formas de pensar y ver las circunstancias que nos rodea, además de que el grafiti es la forma más usada y más grafica de dar a conocer lo que pocas personas quieren ver y que a muchas poco convienen. Esta manifestación artística, en su forma urbana, forma parte inherente de la expresividad donde despliegan sus pensamientos que para muchos es vandalismo pues posee un espíritu reivindicativo.