lunes, 14 de mayo de 2012

El grafiti: un medio de expresión crítico, marginal y artístico por Lina Hernández

Nueva York, año 1960, nace algo prohibido, algo bello, pero que vive en el anonimato, sin ninguna intención a ser reconocido, solo interpretado y respetado, hecho en un escenario jamás antes usado para transmitir emociones y críticas, la ciudad, es un tarro que suena al agitarlo la única herramienta física necesaria, dejando una explosión de colores a la vista del peatón y dando de qué hablar hasta el día de hoy. Mamarrachos, rayones, frases sin sentido, inapropiadas o impertinentes son algunas de las formas como la gente se refiere a los grafitis. Estas personas saben realmente ¿qué es un grafiti?, que estos tienen una serie de pasos y reglas básicas que se deben mas que seguir sentir, para que el grafiti tenga un verdadero sentido social y sea satisfactorio para su creador. Posiblemente no y por eso para que no se haga un juicio apresurado de esta expresión urbana y no se confunda con ningún otro tipo de expresión que también se ven en las paredes de la ciudad, Armando Silva Téllez nos explica las siete valencias que forman el paso a paso de la esencia de un grafiti. Primero está la marginalidad que traduce a “la condición del mensaje de no caber dentro de los circuitos oficiales”. El anonimato que en gran parte es causado por la anterior valencia, pero también es una muestra de que los grafiteros no buscan un reconocimiento públicamente, solo una interpretación de cada persona que tenga la oportunidad de verlo, esto se ve en el hecho de que si quisieran fama y un reconocimiento masivo de su obra, pintarían cuadros y no firmarían con un seudónimo. La espontaneidad un elemento clave y que se puede apreciar y sentir al observar el grafiti. La escenicidad, la base del grafiti, pues su principal objetivo es el de denuncia, critica y expresión todo eso en grande y para todo tipo de personas y que mejor escenario que la propia ciudad, donde no se discrimina el público, donde puede ser visto desde el mensajero, ejecutivo pasando por el indigente y el propio alcalde. La precariedad, refiriéndose al “bajo costo de los materiales empleados y todas las actividades que rodean al acto grafiti de poca inversión y máximo impacto dentro de circunstancias efímeras”. Velocidad, el tiempo por ser esta una actividad marginada que tiene el grafitero para hacer su obra y desaparecer del lugar y finalmente la fugacidad que como lo dice Armando Silva Téllez es “la valencia que asume el control social, pues entre más prohibido sea aquello que se exprese, más rápidamente tendrá que borrarse”. Después de entender qué es un grafiti y todo lo que conlleva y se tiene que tener en cuenta para ser realizado de una forma adecuada, se puede distinguir de un simple rayón, mamarracho o frase sin sentido, inapropiada o impertinente, siendo estas del tipo “Te amo Yurani” o frases con contenido vulgar y sin esa chispa de espontaneidad que se percibe al estar en frente de un grafiti. Ya sabiendo que no es un grafiti y que se necesita para hacer uno, ¿se puede decir que el grafiti es una expresión artística? Sabiendo que la totalidad de ustedes pasó por un colegio y seguramente vio una materia llamada Arte, donde además de la teoría les pusieron hacer diferentes tipos de actividades con diversos materiales que para los menos creativos y motrices no les dio el resultado esperado pero de igual forma fue reconocido por su profesor y padres como una expresión artística. Entonces ¿es justo que un dibujo que los jóvenes lo ven y dicen “que chimba” y los adultos puede llegar a verlo interesante y creativo por el hecho de estar en una pared y no en un museo o salón de clase no sea catalogado como una expresión artística y por el contrario como un acto de vandalismo? si con la parte práctica de la clase de arte no se convencen tenemos la parte teórica donde probablemente les mencionaron a Tatarkiewicz “ el arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos”. Después de tener unas bases para a juicio propio decir qué es y no grafiti y si se puede catalogar como un arte, viene la pregunta ¿porque no lo hacen en un lienzo, como cualquier pintor, en vez de estar dándole un aspecto de descuido a la ciudad? Si retomamos las valencias que nos da Armando Silva Téllez, al hacer un grafiti en un lienzo se quedarían atrás los factores como la marginalidad, el anonimato, la escenicidad y la fugacidad y terminaría siendo una pintura con sentido social, perdiendo el grafitero esa adrenalina al dibujar sus pensamientos y criticas pues dispondrían de todo un día y de costosas pinturas en vez de pocos segundos y solo unos sprays, perdiendo también esa expectativa de cuánto tiempo estará su grafiti y cuanta gente lo alcanzará a ver. Por otro lado el aspecto descuidado que pueda tener una ciudad, hablando en este caso de Cali, Colombia, se debe es a la publicidad política pagada, afiches, vallas o pendones que pegan y cuelgan en paredes y postes para invitar a los ciudadanos generalmente de estratos medios y altos a conciertos y eventos donde la gente de condiciones socio-económicas más bajas no pueden acceder, agregándole a esto las basuras que aún no llegan a las canecas si no que quedan flotando en las calles que supuestamente están degradadas estéticamente por expresiones artísticas que por el contrario van dirigidas a todo tipo de público . Por qué entonces en forma de acuerdo no se delimitan lugares donde se pueda hacer el grafiti, para así no ver inundada la ciudad por esta expresión urbana? Armando Silva Téllez nos dice que el grafiti “corresponde a una escritura de lo prohibido, que se cualifica entre más logre decir lo indecible en el lugar y ante el sector ciudadano que mantiene tal mensaje como reservado o de prohibida circulación social” esto quiere decir que no tendría ningún sentido que el grafiti tuviera limitaciones de espacio o contenido porque ya no se podría decir lo que se quiere decir, como se quiere decir y de una forma espontánea, además con el impedimento de poder hacérselo llegar a un público en especial. Para dar muestra de cómo un grafiti puede instruir: Grafiti hecho por un total de quince jóvenes sobre uno de los muros circundantes a la Troncal de Aguablanca del MÍO. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Cámara de Comercio de Cali, tiene como propósito embellecer los muros que quedaron expuestos después de la terminación de las obras de dicha troncal y se espera que pueda ser replicada en otros sectores de la ciudad. El diseño invita a los ciudadanos a tener una movilidad segura, a hacer buen uso de los espacios públicos y de las ciclorutas y a respetar el paso de los peatones. Nació en 1960 en Nueva York, tuvo su boom desde 1971 a 1975 y hoy en el 2012 sigue dando de qué hablar, no ocasiona muertes, robos o traumas por el contrario es una expresión artística, una forma de crítica pacifica, es algo que está en el anonimato pero que no le hace daño a nadie, es una pasión, una forma de vida, es algo que tiene un objetivo y propósito, es algo que puede que no se comparta pero que se tiene que respetar.

2 comentarios:

Isabel Cortes dijo...

Tiene mucha propiedad del tema, maneja bien las ideas y sabe concluirlas, pues tiene coherencia el orden que le dio al texto, utiliza adecuadamente las citas lo cual hace que este sea un muy buen soporte para argumentar muy bien su tesis, introduce al lector para que se cuestione sobre si el grafiti es arte o un dibujo sin sentido. Defiende muy bien su punto de vista, hasta tal punto que si el lector tiene una posición diferente se pueda convencer de lo contrario y pueda reflexionar.
Observaciones:
Utilizar más signos de puntuación para separar las ideas, y el texto es tan bueno, la información y el punto de vista es demasiado completo, lo cual a la última parte le falta una conclusión que cause mas impacto.

Isabel Cortes dijo...

La nota que le doy a este ensayo es de 4.5