viernes, 11 de mayo de 2012

EL GRAFFITI: ¿CREA O DESTRUYE? Por: Robinson Gómez.

Se escucha en la calle frecuentemente que un graffitero volvió a “dañar la ciudad” con uno de sus rayones en una pared del espacio público. Pero no pensamos, ¿por qué el graffitero hace eso?, ¿qué quiere decirnos con ese dibujo? ¿Acaso es tan malo como lo plantea el gobierno? Es necesario antes de hacer críticas conocer bien a fondo lo que se critica y mejor aún, investigar las causas para saber ¿qué los lleva a hacer un graffiti? Cuando un ciudadano dice: “los graffitis son rayones vulgares, sin sentido, en su gran mayoría tienen que ver con equipos de futbol o son mensajes dirigidos a una persona que no conocemos, sea de amor, sean piropos o sean propuestas…” es preciso entrar a definir qué es y qué no es un graffiti, debido a que por lo general la gente está en contra de los rayones sin sentido y critican mensajes que no entran en el grupo del graffiti. Armando Silva Tellez es un escritor enfocado en el graffiti hace mucho tiempo y ha viajado por todo el mundo para conocer distintos graffitis y que los caracteriza según el lugar o la cultura, para hacer comparaciones o simplemente redactar en sus escritos, columnas y demás publicaciones, como la que hizo en una revista que le pidió de acuerdo a su experiencia una definición del graffiti a lo que el escribió: “para que una inscripción urbana pueda llamarse graffiti debe estar acompañada por siete valencias que actúan a manera de correlatos: Marginalidad; anonimato; espontaneidad; escenicidad; precariedad; velocidad y fugacidad”. Pues para él, no es graffiti algo que no tenga las primeras tres valencias. Marginalidad, porque es necesario salirse de los límites permitidos por la ley, siendo algo en contra del contorno estatal. Anonimato, ya que se requiere discreción del crítico enmascarado. Espontaneidad, indica a la mente del graffitero, el momento en el que debe sacar provecho para cumplir su objetivo y la naturalidad con la que plasma sus diseños. Las otras tres valencias es refieren mas a un contexto material, pues escenicidad apunta al momento de la acción, siendo el lugar, diseño, materiales, sus características para lograr el impacto deseado. Precariedad, alude al bajo presupuesto, invirtiendo poco, pero generando el mayor impacto posible teniendo en cuenta los momentos fugaces en el que se realiza. La velocidad es mas por cuestiones de seguridad con el enunciante. Y la fugacidad tiene que ver con la posición que tomen los organismos de control, pues entre mas prohibido sea lo plasmado, mas rápido tendrán que borrarlo estos organismos de control, como la policía o las personas directamente afectadas. Resumiendo así la fugacidad como la breve existencia de cada graffiti. Al tratarse el graffiti de problemáticas sociales o criticas hacia algo que afecta la población o sencillamente algo que debe saber la gente, es posible decir que “Solo Cali, Cali campeón” no son graffitis, ni mucho menos mensajes entre dos personas “Jessica te quieres casar conmigo” como lo piensa mucha gente, pues el graffiti en un mensaje estrictamente elaborado, detallado y plasmado con ansias de ser visto por mucha gente para crear conciencia o generar dudas acerca de los poderes que nos rigen o injusticias que se presentan, pues el graffitero posee ese deseo insaciable de dar a conocer su inconformismo frente a algo, colaborando a la solución del problema con el primer paso, la denuncia. En Cali y en toda Colombia hay graffitis, unos con poco diseño, poco color, pero con un mensaje claro, por ejemplo: Y otros que también dejan un mensaje fuerte, pero que han sido diseñados para lograr mayor impacto, siendo la estética una característica que cabe dentro del graffiti pero que no es obligatoria. Éste esta en el norte de la ciudad de Cali: Son muchas las críticas en contra del graffiti, pero quienes las hacen son las personas que no conocen bien en qué consiste el graffiti o son personas que se ven afectadas con el graffiti, bien sea gobierno, entidades privadas o ciudadanos comunes que lo califican como expresiones de mal aspecto al decir que son hechos por vándalos que destruyen la ciudad y no aportan nada al desarrollo, sin pensar bien en lo que dicen, pues un graffitero es motivado por su espíritu luchador que solo defiende sus derechos y trata de hacer valer el de nosotros los ciudadanos al exponer de manera creativa para abrir nuestras mentes, las criticas en los lugares mas visibles, convirtiendo la ciudad en una galería gigante, pero todo esto si lo hacen pensando en un desarrollo pues quienes los tildan de vándalos o desadaptados, nunca han conversado con un graffitero de verdad o no conocen sus intenciones, pues al conversar con un graffitero te puedes dar cuenta del gran interés que tienen ellos por la situación actual de la sociedad y el interés de motivar a la gente para que reaccione frente a lo injusto o frente a lo que nos afecta al mostrar su inconformismo de manera pública. “Los graffitis deberían ser pintados en cuadros y no en los muros de la ciudad” - dicen algunas personas – al ser pintados en cuadros o en lugares no vistos por mucha gente, el graffiti pierde su esencia, pues su objetivo es informar creando conciencia en el mayor número de gente posible para que se detengan y piensen ¿por qué el graffitero quiere decirnos esto? Pues no generaría el mismo impacto un graffiti en la pared más alta de la ciudad que un graffiti en un cuadro o en un museo donde no puede entrar todo el mundo, o no pueden entrar los que no tienen dinero, minimizando así las masas que ven este mensaje finamente elaborado que es hecho para que lo vean las personas de todos los estratos, de todas las religiones, de todas las ideologías políticas, personas que quieran o no se den cuenta de lo que realmente esta pasando en la sociedad y piensen en qué actitud van a tomar, si apoyan el mensaje, si lo ignoran o si lo rechazan. Es común oír quejas por parte de algunos propietarios que se han visto afectados por esto, pues rayan en propiedades privadas si así lo amerita el caso. Los graffiteros están en búsqueda de expresar sus pensamientos y su inconformismo, que por lo general es en contra del gobierno, así que usted compañero lector ¿cree que es posible publicar un mensaje de éstos en una revista, un periódico de circulación nacional, o algún otro medio masivo? Los graffiteros en su búsqueda desesperada por un lugar apropiado para expresar estas criticas no miran si es propiedad pública o privada, solo se fijan en cuántas personas pueden ver este mensaje a diario y si desafortunadamente lo hacen en la casa de alguien que no se mete con ellos, pues es justo pensar que es acto que afecta a uno solo, pero que beneficia a millones generando conciencia en actos que finalmente contribuyen al desarrollo. Si el gobierno brindara las herramientas necesarias o los lugares necesarios para que los graffiteros se expresen de la forma que quieran, no se estaría viendo la queja del graffiti en propiedad privada o la queja de los materiales usados por ellos como agentes que contaminan el medio ambiente, pues los aerosoles son baratos y fáciles de manejar pero precisamente es por falta de recursos y de apoyo que ellos recurren a lo más barato y fácil de conseguir así afecten nuestro ecosistema. A pesar de que el gobierno si ha donado ciertos espacios y materiales para la construcción de graffitis, estos graffitis tratan problemáticas sociales o denuncias comunes en nuestro mundo tales como el racismo o simplemente fomentar los buenos valores en el ciudadano, pero no donan el espacio para escribir realmente lo que ellos quieran, pues no es posible criticar al gobierno en estos espacios, sabiendo aún que es el objeto de muchas denuncias y criticas al actuar de manera incoherente e injusta en muchos casos. El graffiti es antiestético, según personas que no están de acuerdo con esta expresión pública, pero al no entender un graffiti, ¿es posible tildarlo de antiestético? Si ustedes van a un museo donde probablemente hay creaciones abstractas y no entienden el verdadero sentido, no puedes tildarlo de antiestético o decir que no tiene sentido, pues son creaciones que al igual que el graffiti necesitan ser analizados detenidamente para comprenderlos de la manera correcta, pues después de entender lo que quiso expresar el graffitero, es poco probable generar críticas negativas, a menos que seas el afectado o denunciado por parte de ellos. Los graffitis se han caracterizado por ser directos y exponer los problemas sin rodeos, pero nunca un graffiti usa palabras soeces, pues de hacerlo saldría de la definición correcta del graffiti, por eso no es válida la crítica de algunos al decir que son vulgares. El lugar y el momento en que se hacen los graffitis son características influyentes en la respuesta por parte de los espectadores, por ejemplo, si un graffiti que contiene órganos reproductores es elaborado en las paredes de un colegio de monjas, va a ser de mal acogida por parte de los visores, pero si este mismo graffiti se expone en las paredes que rodean una casa de arte y pinturas, es considerado un arte en su máxima expresión con innumerables detalles que alimentan la vista. El momento incide mucho, pues un graffiti al ser compuesto por marginalidad es posible que sea llamado graffiti en un momento y en otro no, como por ejemplo, al expresar hace 4 años en un graffiti inconformismo con el gobierno Uribe era considerado graffiti al corresponder a una escritura de lo prohibido, pero si ese mismo mensaje se escribe ahora no entraría entre la definición del graffiti pues no es prohibido, ya que ahora Álvaro Uribe no es nada para el país. El graffiti que se presenta a continuación, recibe éste nombre porque Hugo Chávez esta al mando de Venezuela y el mensaje expuesto esta dentro de lo prohibido, pero si Capriles pasa a ser el nuevo Presidente, éste dibujo pasa a ser algo permitido por el gobierno (en Venezuela). Después de tratar el tema desde diferentes puntos de vista, después de exponer las características y componentes del graffiti, después de responder las críticas comunes en contra del graffiti y después de defender esta labor, que al fin y al cabo toca respetar al entender que todos tenemos derecho a la libre expresión de nuestros pensamientos, ¿es posible que usted, señor lector determine el graffiti como agente de destrucción y no de construcción al exponer en que aporta esta expresión al país? ¿Estamos preparados para vivir sin graffitis, siendo la máxima expresión del inconformismo con la ley? El graffiti es síntoma de que algo anda mal en nuestro país, así que dejaremos de ver al graffiti cuando no haya quejas suficientes que afecten la sociedad o cuando no se cometan injusticias que hacen parte de nuestro diario vivir en Colombia.

1 comentario:

Paola Tejada dijo...

Me gusta tu ensayo, la forma en que lo manejas, (me hizo reflexionar), este tiene un muy buen inicio, las preguntas que haces crean interés hacia el tema, empezando por el título que te hace cuestionar y querer saber tu posición.
-lo manejas con mucha propiedad, y es claro tu punto a favor, manejado con mesura. Nombras tu fuente Armando Silva, los comentarios que tienen los ciudadanos del común.
-has hecho investigación profundizada acerca del tema, para darle respuesta a las mismas preguntas que planteas, con una redacción clara, ejemplos adecuados, y muy buenos argumentos.
-La forma en que insistes sobre la situación de quienes hacen grafitis, y lo que significa como tal, logra el objetivo, es clara, haces que uno tenga una mejor perspectiva con relación a ello, (no todo lo plasmado en una pared, significa Grafiti).
En la conclusión me gusta tu reflexión y la manera en que quieres llamar la atención para darle importancia.
Sólo creo que habría sido interesante, hablar más sobre los tipos de grafiti que existen, para darle un mayor contexto a lo que expresas cuando dices; que no todo es grafiti.
Felicitaciones se nota la investigación y el interés por tu tema.
Nota propuesta: 4,8