lunes, 14 de mayo de 2012

GRAFFITI “El aroma a libertad” por Angie Melissa Ramírez Meneses

Graffiti: Acto vandálico mal visto por la sociedad Hoy en día el graffiti esta estigmatizado como un acto vandálico que daña la ciudad, dándole mal aspecto, pues se dice en las calles que quienes lo hacen son “gamines” sin oficio. Mucha gente que los tilda de delincuentes no se detiene a pensar ¿Por qué hacen graffitis? ¿Qué quieren decirnos realmente? Para poder criticar y dar opiniones al respecto es necesario conocer sobre el tema, pues se hace estrictamente necesario definir qué es y qué no es un graffiti, ya que la mayoría de criticas en contra del graffiti van dirigidas a dibujos o rayones que no tienen nada que ver con lo que realmente es un graffiti. Un ciudadano se quejó en los medios al decir que le habían rayado la casa con un graffiti sin sentido, en la puerta de la casa que decía: “MeLi Te AmO”. Pero es esto un graffiti? Un escritor que lleva trabajando mucho en este tema y que ha viajado por todo el mundo buscándole significado al graffiti, siendo testigo de varios estilos de graffiti es Armando Silva, quien publicó un texto llamado “La ciudad como comunicación” en el que define el graffiti así: “para que una inscripción urbana pueda llamarse graffiti debe estar acompañada por siete valencias que actúan a manera de correlatos: Marginalidad; anonimato; espontaneidad; escenicidad; precariedad; velocidad y fugacidad.” En el graffiti la marginalidad juega un rol importante, ya que en esta práctica los jóvenes tienen a exceder las normas permitidas por las autoridades, plasmando sus ideas en espacios restringidos, esto conlleva a que las obras casi siempre sean anónimas o firmas. Es un requisito que los dibujos siempre exista la espontaneidad, esto hace que el dibujo llegue a otro nivel, se busca un escenario donde sea posible el ojo la ciudad, aunque los suministro sean precarios el artista hace que su obra se desempeñe por el buen trabajo realizado con rapidez y fugacidad, ya que esto es lo que es un graffiti. A partir de esto el graffiti se encuentra sumergido en un intenso debate entre quienes lo defienden por su valor como propósito artístico y aquellos que lo consideran un acto vandálico hecho por desadaptados, opinando que es un delito urbano. Pero para quienes conocen el graffiti dicen que lo único que quieren trasmitir en un mensaje “subliminal” que se apodere desde lo más profundo, logrando una captación en diferentes ángulos, adaptando la genuinidad del artista y su notoria felicidad por cumplir un propósito como expresión social. Tal vez por eso existen muchos significados, por la captación y precisión que la persona le de, por eso no es un “mamarracho” es tu percepción. Stephen J. Powers, creador de arte público y autor de “The Art of Getting Over: Graffiti at the Millenium” (El arte de conseguir Over: Graffiti en el nuevo milenio), declara: “El graffiti no es más que una forma, quizás la única de presentación pública de ciertos sectores de la sociedad, a menudo invisibles, que bautizan y se apropian del espacio público y en ocasiones el privado también, convirtiéndolo en su principal lugar de expresión”. Es correcto afirmar, que el graffiti es el arte de vencer una mirada brillante, inteligente y divertida en el movimiento de la escritura, que hoy es una lectura obligada para aquellos conformistas de la ruina diaria, son aquellas personas que día a día llenas de quejas y desesperación viven una vida paralela, “una vida perfecta”, en la que saben que esta “bien” y que esta “mal”, pero aun sabiendo lo malo quedan conformes con la ley, sin profundizar. Por esto, existen millones de desadaptados, que si se quitan la venda de los ojos y las manos de la boca, siendo una voz que grita ¡LUCHA! Por ahora el graffiti puede ser dejado a un lado por aquellos graffiteros ocultándose del el ojo de la noche y la hambruna de la mañana, tapan su inconformidad con dibujos que son bien pagados, pero miles de testimonios son los que nos dejan claro que este ejercicio nunca acabara. Con muchos a favor y muchos otros en contra, lo cierto es que el graffiti no dejará de existir y que algunas de sus propuestas son indiscutiblemente interesantes en el panorama artístico actual. Es aquí donde miles de jóvenes explotan y no existen olor a pólvora, es aquí donde las palabras se plasman en un muro de concreto, es aquel muro quien pide a gritos un poco de color, un poco de magia, es aquí donde la imaginación pierde la cordura, es aquí donde se cortejan el muro de concreto y la lata de aerosol, es aquí donde tus manos son agujas que marcan sangre derramada por un pueblo agonizante, es aquí donde puedes respirar y sentir el aroma a LIBERTAD.

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