viernes, 11 de mayo de 2012
Arte En La Calle por Carolina Perea Gómez
El arte goza estar en la calle, a cualquier nivel, en cualquier altura a la vista de todos; la calle necesita expresarse, respirar y reinventarse en cada momento. Muros, puentes, fachadas son escenarios de protagonistas que expresan sus ideas, emociones y particulares visiones del mundo en el que hoy nos encontramos autenticando obras de arte que llenan la ciudad de vida y de esplendor innovador, el movimiento de manos creativas anuncia la llegada de una obra maestra, de cada lata fluye el color, de cada mano se da el Grafiti.
Mas que una manifestación social y cultural, El Grafiti, es una experiencia visual en la que el espectador es capaz de absorber la expresión artística que va más allá de los límites que conoce, su espontaneidad y manera de exponer una nueva concepción del mundo nos permite percibir y entender el universo social en el que nos encontramos, involucrándonos de manera activa con el verdadero ser de nuestra sociedad actual.
Este tipo de expresión cultural hace parte de la comunicación humana y rescata un trabajo importante en la edificación de la identidad social, para muchos, la idea de plasmar con letras, palabras o dibujos los diferentes muros o paredes de la ciudad. Sin embargo es considerada una ofensa que daña y contamina la estética visual del ambiente en que vivimos; pero, de lo que no se dan cuenta es que se trata de mensajes construidos con sentido e ideologías guiadas a una posición definida frente a las diferentes circunstancias y problemáticas sociales que rodean nuestro entorno de la realidad, entendiendo así que el grafiti, cumple la función de expresar un pensamiento de forma comunicativa y las perspectivas de los que lo realizan.
Para gran parte de la sociedad los grafiteros son consideradas personas violentas, conflictivas, “vándalos” como dirían algunos, pero según la Comunicadora Social María Andrea Peñaloza en su ensayo La muralla: papel del que no calla: “En el grafiti las personas desatan y liberan sus emociones, diciendo lo que verdaderamente piensan y plasmándolo de manera simbólica en la mente del que ciertamente lo ve; permitirle al grafitero descargar todo lo que siente, todo lo que en realidad lleva por dentro, convierte al grafiti en un medio para evitar la violencia y reducir la agresividad en la medida en que libera sus emociones y pensamientos, ya que al escribirlo exterioriza todo lo que lleva por dentro y desprende todo lo que estaba acumulado”.
Los críticos del grafiti alegan que es un acto de vandalismo, un insulto y maltrato a la integridad de la ciudad; lo que no han logrado comprender es que todo ser humano tiene el derecho a expresarse libremente, a defender sus ideales y exponer sus diferentes puntos de vista pues de acuerdo al Artículo 19 de La Constitución Política de Colombia “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” El derecho de todo sujeto, defendido además por La Declaración Universal de los Derechos Humanos y la mayoría de los sistemas democráticos, acoge gratamente a las congregaciones de grafiteros en el mundo. También es claro que en las sociedades actuales los medios de comunicación son instrumentos privilegiados para una minoría de la población y no sirven a las necesidades de la gran mayoría, aislando así los medios absolutos y desplegando medios de expresión como el grafiti, que se rige como la única manera de difundir y dar a conocer la opinión de los grafiteros.
Los grafitis abren una nueva cultura social y visual donde se encuentren, transforman de manera dinámica los espacios vacíos de la ciudad “paredes blancas” en lugares llenos de vida y emociones particulares. El grafiti también funciona como el elemento a través del cual algunos se quejan de determinadas circunstancias que afectan a nuestra sociedad y que son temas vitales de discusión para forjar una nueva reincorporación de la comunidad actual, mostrando los asuntos ocultos y las diferentes opiniones para que las personas logren enterarse de lo que en verdad está sucediendo. Siendo una herramienta fundamental en la humanidad, el grafiti tiene como principal objetivo recuperar la palabra, recobrar de nuevo la voz del pueblo, convirtiendo así los grafitis en importantes agentes sociales, ya que actualmente es la única manera de expresión donde se puede criticar libremente al poder y a las instituciones.
En conclusión, hay que resaltar que el grafiti desempeña la función de darle importancia a quienes se sientes invisibles, excluidos y ajenos a los medios de comunicación, que solo dedican y conceden espacios a unos cuantos; Se transforma en una forma alternativa de opinión y expresión para quienes no se satisfacen con el mando oculto y torcido de los medios a la información y a los mensajes comunicativos. Una revelación cultural forjadora de identidad, usada por aquellos que se sienten eliminados de una sociedad dominada por el poder y los medios masivos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Arte En La Calle por Carolina Perea Gómez.
Comentario por Diana Solano.
La posición del autor es clara y se logra percibir a través de todo el texto.
Los párrafos están bien escritos y logra hacer buen uso de los conectores, las ideas están bien organizadas.
Usa de forma adecuada las citas directas e indirectas.
El texto tiene buena forma y es coherente.
La posición que se defiende esta sustentada con los argumentos que presenta el autor a lo largo del texto.
En mi opinión falto mas comunicación con el lector, no logra despertar el interés del lector por reflexionar y opinar sobre el tema.
Falta mencionar argumentos contrarios a los del autor del ensayo.
En mi opinión faltaría aclarar mejor que es considerado graffiti y que no.
NOTA: 4.0
Publicar un comentario