“CALI, CHIPICHAPE Y YUMBO” por Nayibeth Ortega

“CALI, CHIPICHAPE Y YUMBO”

Nuestra ciudad se ha caracterizado a nivel nacional como modelo a seguir por ser catalogada en una época como “ciudad cívica”, reconocida a nivel mundial por la calidad de su gente, por su riqueza agrícola e intercambio de comercio.

Podemos llegar a recordar de donde surgen esas características que nos llevaron a ser reconocidos como una ciudad limpia y cívica; no obstante podemos resaltar sitios memorables y personas impulsadoras de movimientos culturales, en 1903 siglo xlx, Cali contaba con ”pilas de agua”, una de ellas era la de Santa Rosa y una segunda que era la pila del Crespo, eran monumentos que en esta época servían de abastecimiento de agua, puesto que la ciudad carecía de acueducto, estas pilas servían como punto de encuentro e interacción de los caleños, esta agua provenía de la quebrada de la hacienda Mamella.
En julio 22 del 2007 es publicado por Gustavo Herrera Chacón para la gaceta un artículo que hace evidente datos que hacen importante a la ciudad , por el año 1930 conforme pasaba el tiempo las pilas dejaron de ser importantes y surge un señor llamado Raúl Borrero Orejuela que fue recibidor y pagador de la tesorería de Cali, el salía a cabalgar los domingos se encontró con un señor llamado Ernesto Bustamante, escribiente en la notaria primera de Cali a tomar lo que en ese tiempo se le llamaba la “chispa”, gozaba imitando voces y hacía creer que estaban peleando varios borrachos cuando solo era él; a él se le otorgo el nombre “pellejera”, conforme pasaban los domingos Raúl Borrero llegaba con sus compinches a los dominios de “pellejera”, lo que ocasionaba en el grito de emoción llevándolo a decir que viva “Cali, Chipichape y Yumbo!”.
Durante muchos años es casual escuchar esa expresión, pero no se hace presente la curiosidad de los mismos ciudadanos preguntarse ¿Por qué? y de donde proviene, como muchas de las calles que tienen nombres de personas reconocidas y de lugares que tienen historia pero que muchos son ajenos a ella; es evidente la falta de compromiso por uno mismo, por la ciudad, la falta de pertenencia por la misma y la falta de cultura ciudadana que se hace presente unos años para acá.

Es de resaltar uno de los más importantes, si no es el que fue y seguirá siendo el más importante de nuestra ciudad, personaje que logro hacer de la palabra un factor inigualable logrando propósitos colectivos, emprendedor de campañas por sacar a Cali a delante haciendo de ella una ciudad de la mejor cultura del país; fue un líder, un guía, era ajeno a los intereses comunes de los caleños trabajaba por pasión, por una esperanza construyendo una solución y un camino, ese personaje se llamaba Alfonso Bonilla Aragón.
Alfonso Bonilla Aragón empezó con la sede de Cali para los juegos nacionales de 1954, y no descansó hasta lograr los juegos panamericanos de 1971,la realización del aeropuerto de la ciudad que lleva su mismo nombre, el hotel intercontinental, el parque Panamericano, y la plaza de toros de Cañaveralejo.
Emprendió campañas para rescatar las “pilas” de la ciudad y promoviendo cultura haciendo el museo de la Tertulia y todo lo que tenía que ver con círculos literarios y para nosotros los caleños la feria de Cali, impulso a nivel económico la ciudad de Buenaventura como puerto del Pacifico, acompaño proyectos como la CVC y la universidad del Valle.
Los ciudadanos caleños siempre añoraran un personaje como este, una Cali que con el tiempo se ha vuelto indolente, puesto que después de él no ha habido un sucesor que siga sus pasos de rescatar el sentido de pertenencia para con su ciudad.
Después de tan digno personaje, que contribuyo a la construcción de civismo y cultura al mismo tiempo , han existido diversos alcaldes, cuyo plan de trabajo cuenta con objetivos relacionados con fortalecer la convivencia, seguridad y paz, promoviendo cultura ciudadadana de integración, equidad y legitimidad institucional; Ha sido evidente durante muchos años que la ciudad de Cali, no ha contado con dirigentes políticos o empresariales que promuevan el sentido de pertenencia que se debe tener para continuar con el legado que nos dejo Alfonso Bonilla Aragón, y la participación colectiva para cada uno de los proyectos a emprender.

El actual alcalde DR. Jorge Iván Ospina en su plan de desarrollo involucro los “GUARDAS CIVICOS”, con estrategias a fines de promover cultura y diálogos con un único objetivo que es impulsar el sentido de pertenencia por su ciudad, involucrándose en aspectos relacionados con el medio ambiente y el espacio público; es importante resaltar que parte del pueblo está en contra de los proyectos que estos dirigentes proponen puesto que tienen otros intereses diferentes a favor de la comunidad convirtiéndolos en intereses personales.
También se observa el proyecto de las 21 mega obras donde propone transformar la ciudad, buscando el bienestar y comodidad del pueblo que lleva un atraso de aproximadamente 20 años, queriendo volver a la ciudad generadora de oportunidades que algún día los ciudadanos contaron, y llegar a sentirse orgullosos por la ciudad en la que vivían.
Ahora bien ¿los adolescentes serán impulsadores de la sensibilización ciudadana que pide a gritos la ciudad de Cali? O ¿ los adolescentes serán creadores del cambio que necesita la ciudad de Cali?
Si, los ciudadanos jóvenes de ahora pudieran desprenderse de lo que trajo consigo el narco trafico desde los años 70, incitando a los lujos, adquirir dinero fácil, rumba etc.; es hora de poner punto final y hacer un alto en el camino y hacer a un lado estos factores que nos han aislado del desarrollo cultural e intelectual, llevándonos a tener acuerdos sostenibles para mejorar la convivencia en comunidad, convirtiendo Cali en territorio cívico pacifico donde las personas puedan interactuar sin que hayan por medio peleas o factores que alteren la paz, reconocer la dignidad del otro y en el respeto por tener una ciudad cosmopolita.