El grafiti no debería ser visto como un acto hecho por vándalos, ya que estas personas lo que en realidad hacen es arte, y puede ser clasificado así porque es un medio en que se están generando unas ideas, emociones, o simplemente una visión del mundo, las cuales quieren plasmar por medio de dibujos, colores y lugares públicos para que sean reconocidos y acogidos.
Quieren la liberación absoluta de todas las redes que los atan a un mundo que está completamente ligado a un orden social, ideológico y estético, el grafiti si es arte y lo mejor de todo, es que es un medio por el cual se representa la lucha contra las adversidades, las represiones individuales o colectivas que muchos han tenido que callar por mido.
El grafiti es un término de procedencia italiana (“graffiare” o garabatear). Hasta el siglo XIV ha sido uno de los principales importantes soportes de la producción artística, recordando la pintura mural también; sin embargo en la actualidad se ha restringido dicho espacio por el poder que históricamente se ha reservado sus razones las cuales deben ser justificadas totalmente con claridad, ya que se puede llegar a decir que esta restricción estaría violando la autonomía y la libertad de expresión humana.
A finales de los años sesenta muchos de los adolescentes que Vivian en la ciudad de Nueva York comenzaron a macar o escribir sus nombres en las paredes de sus respectivos barios,la mayoría de las veces utilizaban pseudónimos, con los cuales querían crear para cada uno de ellos una identidad propia y reconocida. Su razón no era muy importante, simplemente escribían para sus amigos o incluso sus enemigos.
Quizás el ejemplo más significativo y más reconocido por todos es el de Taki 183, un chico de origen griego que a la edad de 17 años comenzó a poner su apodo en las paredes de su ciudad. Su verdadero nombre era Demetrius (de ahí el diminutivo “Taki”) y 183 era la calle donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por muchos más escritores). Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de un lado a otro de la ciudad. En el trayecto estampaba su tag (firma) en todos los lados, dentro y fuera del vagón. Él no lo consideraba como algo malo, de hecho respondía así a las preguntas que le formularon en una entrevista en el New York Times: “Simplemente es algo que tengo que hacer. Trabajo, pago mis impuestos y no hago daño a nadie”. Estos actos lo convirtieron en un héroe y un ejemplo para que poco tiempo después cientos de jóvenes empezaran a imitarle.
Algunas personas, critican este tipo de arte por una razón muy sencilla pero muchas veces muy radical; creen que las calles, las paredes, y la ciudad entera es propiedad privada, lo cual es rechazado por un personaje muy importante de este estilo de vida urbana; óscar, un joven profesor de diseño gráfico el cual promueve el grafiti y rechaza totalmente dicho pensamiento sobre la privatización de la ciudad diciendo: “Nosotros tenemos la posibilidad de tomárnosla”; y justifica dicha frase diciendo que todas las personas son autónomas y libres, y que debe ser eliminada dicha mentalidad de que la propiedad es privada.
Es importante dejar en claro, que todos estos mecanismos de defensa no deben ser aplicados para todos los casos, ya que muchas personas rayan las paredes sin ningún sentido, o bueno se podría decir que sin ninguna buena manifestación hacia lo que quieren expresar; debemos saber diferenciar que muchas de las frases que aparecen en una pared no es un grafiti es una pintada, cuando alguien se dedica hacer un dibujo con pinturas y pincel es un mural y los espacios decorados en sitios comerciales son rótulos.
“Grafiti una palabra que en la actualidad no dejamos de oír. Me atrevería incluso a decir que es una palabra de moda. Gran cantidad de personas la usan y lo que es peor, gran cantidad d ellas hablan en su nombre. Se ha llegado a vaciar su significado dado que gran parte de los graffitros noveles y pseudoteoricos no llegan a profundizar, y mucho menos a conocer los orígenes del fenómeno, en cuestión cuya banda defienden. Así pues llega incluso a contaminarse con términos como pintada, rap, hip hop, y otra palabra de moda que suena mucho últimamente, el Street art. Peo veamos, tiene que haber una manera objetiva de diferenciar todos estos conceptos dentro de la densa homogeneidad que los une” texto y diseño: JORGE MÉNDEZ.
Para muchos seguirá siendo vandalismo y nunca dejaran de pensar eso, y aunque es un poco grotesco llamarlos así se podría decir que estoy de acurdo, no del todo pero si con la ilegalidad que lo hacen, aunque no me molesta ya que pienso que si el grafiti no se hiciera con ese nivel de ilegalidad no podrían plasmar todo lo que quieren expresar, y como dijo Norman Mailer: “Siempre hubo arte en un acto criminal”.
Todas estas observaciones nos llevan a dividir el grafiti en dos partes, el grafiti legal (arte) y el grafiti ilegal (vandalismo) el cual no debería ser nombrado como grafiti.
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