LA TRIBU URBANA DE LOS EMO Por SAÚL HENAO DIAZ

Los emo son criticados a diestra y siniestra, son mal vistos por la sociedad, son juzgados por la mayoría de la gente y hasta son agredidos física y verbalmente por parte de algunas personas en todo el mundo. Pero a diferencia de la tendencia mundial, yo voy a defenderlos y a argumentar porque deben ser respetados y porque deben recibir un buen trato por parte de todos los que los rodeamos en la sociedad basándome en una tesis, la cual es: los emo son seres humanos iguales a nosotros, por lo tanto tienen derecho a ser tratados con respeto y equidad, sin importar sus creencias, sus actividades y su forma de expresarse.
La cultura emo surgió en Washington D.C. -Estados Unidos- a mediados de la década de los 80, como resultado de la creación de un nuevo género musical derivado del Hardcore punk que buscaba romper musicalmente los esquemas y las restricciones de la época.

Los emo son seres humanos, por lo tanto hay que tratarlos como tal, es decir, merecen por parte de la sociedad un trato digno y respetuoso. Esto desde el punto de vista ético y moral es una responsabilidad de cada ser humano, respetar y tratar dignamente a sus semejantes.

Desde el punto de vista jurídico, los emo en Colombia están amparados por la constitución nacional por lo que tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad. El artículo 16 de la carta magna dice “Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico” es decir que debe ser respetado su forma de vestir, de expresarse, de comportarse, etc.

No se les debe juzgar a los emo por su forma de vestir y por cosas visuales, ya que este tipo de juicios son superficiales y no se les está juzgando con profundidad, es decir, no se está teniendo en cuenta su calidad humana. Es importante juzgar y calificar a las personas no por cómo se ven por fuera, si no por como son por dentro.

Los emo deben ser respetados ya que estas personas con su tribu urbana, sus creencias, su comportamiento y sus actividades no le hacen daño a nadie. Es importante tener claro que mientras que las otras personas y lo que hagan con sus vidas no nos afecten de manera directa o indirecta, no tenemos motivos para quejarnos ni para criticar. Una cosa es que alguien no esté de acuerdo con las creencias de los emo y otra cosa es que los agreda.

En caso de que las actividades y/o el comportamiento realizado por la tribu urbana de los emo, nos afecten a nosotros, es decir, trasgredan nuestros derechos, no debemos tomar la justicia por mano propia. Para esto están las autoridades competentes, por lo tanto, no es excusa decir que si se meten con nosotros tenemos derecho a meternos con los emo o peor aun a agredirlos.

El hecho de que en la tribu urbana de los emo exista una fuerte tendencia homosexual no tiene que influir en el trato que se le da a estos. La orientación sexual de una persona no tiene que influir en la manera en como son tratados y no debe ser razón para agredirlos.

Los emo no son como los muestran, los medios masivos de comunicación se han encargado de generar un estereotipo negativo de los emo, por lo tanto la sociedad no los conoce bien, no conoce bien su cultura, por lo tanto no pueden ser juzgados ya que gran parte de la sociedad no tiene el criterio para hacerlo ya que se han formado una imagen errónea de esta tribu y de sus integrantes.

Conclusión:
Como lo he dicho a lo largo de este texto, los emo deben ser respetados tanto por motivos legales como por motivos éticos y es responsabilidad de nosotros como ciudadanía procurar que esto se logre. Para esto no le pido a usted mayor cosa, solo que comience por tratar de entender que no todos podemos ser iguales y que sea tolerante ante las diferencias por más de que no comparta creencias o comportamientos con los emo. O si no pregúntese si usted fuera emo como le gustaría que lo trataran, supongo que bien ¿no? Por lo tanto piense que cada emo espera lo mismo de cada uno de nosotros como integrantes de la sociedad que los rodea.