miércoles, 20 de noviembre de 2013

¡ACEPTEMOSLO DE UNA VEZ! POR LUIS MARIO SÁNCHEZ


“Discriminación”, una palabra que es común para todo el mundo, Lo que no es común o más bien lo que nosotros como sociedad no queremos aceptar, es que es un problema del cual todos somos protagonistas. Donde nuestro principal acto es degradar los derechos más importantes de cualquier ser humano.
A lo largo de la historia se han derribado barreras de discriminación que siempre fueron vistas como insuperables, estas finalmente fueron aceptadas y reconocidas como error a la supervivencia natural del Hombre. Ir en contra de la unión de persona del mismo sexo y no ver de igual manera a las personas homosexuales es repetir la historia, y continuar con ese círculo vicioso que termina en lo mismo, es decir: LA ACEPTACION.
En la edad media la iglesia era el modelo a seguir y actuaba como máxima autoridad en las leyes que regían al estado. Durante años la gente lo creyó normal, y para las madres de esa época, tener una hija monja o un hijo un sacerdote era lo mejor que le podía pasar a la familia. Para ese tiempo quienes iban en contra de la “idolatrada” iglesia, eran señalados como seres que seguían a un tal “diablo”, considerándolos pecadores al igual que sucede con los homosexuales actualmente. Cada vez eran más los que iban en contra de ese pensamiento. Dejar el estado en manos de los hombres y no de la iglesia, se convirtió en el ideal que al inicio seguían pocos, pero que al final todo un pueblo defendía. Fue entonces que sucesos contundentes como la derrota del Papa Bonifacio VIII en el siglo XIV dieron el fin al sometimiento. Claro que en Colombia, legalmente fue en 1991 con la nueva constitución política en la que se apartó a la iglesia del gobierno.

¡Pero bueno! No le pongamos solamente el papel antagónico a la iglesia. A pesar de que el estado fue sometido a ella; este también ha sido victimario si de discriminación se habla.
En la historia, así como los homosexuales, las mujeres también fueron discriminadas; Antes de 1954 no eran vistas de la misma manera que los hombres. Para hombres de la época como juan de Dios Restrepo, reconocido periodista del periódico “El Pueblo” de Medellín, la mujer no necesitaba de derechos políticos pues según él su destino "era adherirse a los seres que sufren, sacrificarse por las personas que aman, llevar consuelo a la cama de los enfermos, aceptar de lleno sus graves y austeros deberes de madre y esposa [...] dar suavidad a las costumbres y poesía al hogar doméstico [...]", etc.

Argumentos como los anteriores son puro bla bla bla parecido a la carreta que nos echan cuando lanzan argumentos en contra de los homosexuales como: “Dios creo el hombre para la mujer” o “El hombre está hecho para conformar una familia con una mujer” etc. todas las anteriores puras ideas bobas o más bien “mojigatadas” como yo les digo.
Hice referencia a este tipo de discriminación para confirmar la mala planeación de lo que se debe hacer y no se debe hacer dentro de un estado de derecho, lo que para muchos en 1810 año del que se tiene registro de las primeras elecciones de Colombia era algo normal, en 1954 se convirtió en un hecho en donde se le reconoció a la mujer las mismas posibilidades de elegir por medio del sufragio.

Dejando a un lado la historia, Según una encuesta realizada por Profamilia y la Universidad nacional en el 2012, 10 personas que hacen pública su condición sexual, 8 han percibido el rechazo, es decir todavía seguimos segados en cuanto ese tema.
Como sociedad, evidentemente hemos pasado por muchos procesos de aceptación, con la homosexualidad debería haber un cambio radical y no cometer los mismos errores. Tenemos dos cosas claras. La primera es que somos iguales ante la ley y la segunda es que ser homosexual no se penaliza entonces ¿cuál es el pecado?

Les Recuerdo que la ley 1482 firmada el 11 de noviembre del 2011 garantiza la protección de los derechos de una persona que son vulnerados a través de actos de discriminación. Así que esto va por buen camino. Y la comunidad LGBTI lograra sus ideales. Del mismo modo en que lo logro la mujer al ser vista igual que el hombre o cuando la iglesia dejo de mandarnos y el estado salió triunfante.

Como dice el viejo refrán :” Quien no conoce la historia está condenado a repetirla”. Asi que es hora del avance, de No tener miedo al cambio, abrir la mente y el corazón.
Es necesario que como personas hagamos consciencia de nuestros actos, involucrarnos y contribuir más en las posibles soluciones y no llegar al mismo punto de decir cosas y señalar sin razón.
La clave está en ser personas tolerantes. Es decir, personas que tiene consideración a la diferencia y están dispuestas a admitir en los demás una manera de ser propia. Teniendo la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender en la vida y en especial, de entender el Amor, Punto.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece que tu artículo está bien estructurado, pues abarcas no solo el tema de la discriminación por preferencia sexual sino también al de la mujer a pesar de que desde el inicio tocas el tema que escogiste como central. Me pareció que la cita que haces sobre el periodista está bien en cuanto a la estructura de cómo se debe realizar esta. Agrego que tu conclusión es bastante general y eso es bueno pues invitas a no solo aceptar las preferencias sexuales de otras personas, sino también a algo que creamos por decirlo así “diferente” o “inferior” a lo que la sociedad lleva marcado.
Nota 4.5

Unknown dijo...
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