Colombia, un país creador de una hermosa fantasía o fachada que acoge a muy pocos habitantes y es la de “todos somos iguales.” Pues eso pensaba yo cuando era pequeña, una Colombia llena de “igualdades”, pero ¿Cuándo hablamos de igualdad nos referimos a Colombia?, lo dudo mucho, ya que al momento de mirar a nuestro alrededor, me he dado cuenta que las personas de color o los NEGROS como nos suelen llamar, no conocemos ni el sinónimo de dicha palabra.
Aunque suene muy cruel para muchos y normal para otros, al momento de hablar del RACISMO en nuestra querida patria, ¿Por qué no preguntarnos qué pasa con el articulo 13? en el que se declara que todos los colombianos nacemos iguales en todos los sentidos. Pero esta no es más que una mentira debido a que vivimos en una Colombia dividida entre colores raciales, donde el hecho ser negro te cohíbe de muchas cosas que son elementales para la existencia humana. Pero esto no suele impórtale a nadie solo a aquellos quienes viven dicho tipo de discriminación, pues si alguna vez nos hemos fijado bien el pensamiento de nosotros los colombianos es “como no me pasa a mí no me importa.”
Pues ha llegado el momento de mirar más allá de nuestras propias narices, porque según estudios realizados por El Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, las son cifras indignantes:
El 45 % de la población negra no tiene ningún seguro de salud” y en cuanto a mortalidad, “44 de cada 1000 niñas de color muere antes del año de vida.” Y como si esto no fuera poco, este estudio también afirma “Entre los afrocolombianos, la proporción de desplazados es 54% más alta que en el resto de la población. Ya que estas comunidades están situadas en lugares estratégicos para los negocios del narcotráfico según la ley 70 de 1993.
Pues esto es a lo que muchos llaman igualdad, el rechazo por el simple hecho de tener la piel de un color oscuro, lo que realmente quiero cuestionar con este artículo es ¿saben ustedes lo que se siente ser rechazado o discriminado por algo con lo que se nace y no tiene marcha atrás?
Pues la mayoría de los colombianos no tienen idea. Hace unas semanas hable sobre este tema con un una mujer de color quien es enfermera jefe en el hospital universitario y me conto que hace algunos años tenía las intención de comprar un juego de muebles, pero al momento de entrar al almacén la creyeron incapaz de hacer cierta inversión y la mandaron a un lugar donde se vendían los muebles a precios bajos, solo por tener la piel oscura.
Pero, hasta cuando generalizamos y creemos que las personas de color son incapaces de llegar a ser alguien en esta vida. Y si no es así por qué seguir con ciertos perjuicios o pensamientos erroneos cuando vemos a una persona de color por la calle con un aspecto un poco descuidado decimos “me va a robar” o vemos a una persona de color manejando un buen carro dicen “mínimo es traqueto.”
Otra cosa que deberíamos preguntarnos es: ¿Qué pasa con los derechos humanos en nuestra sociedad? Pues para dejar muy claro que son solo palabras escritas en un papel, las cuales son ignoradas, porque si echamos un vistazo en ciertos hogares aún creen que las empleadas de servicio son esclavas y que no tienen nada en común con sus “patrones.”
Lo más indignante sobre el racismo en nuestra Colombia es el hecho de pensar que los afrocolombianos no merecen lo mismo que los demás y que deben quedarse con la idea de una vida llena de dificultades, no solo económicas sino sociales, pues que te digan esa negra, realmente marca tu vida.
Aun que creen ayudas para combatir esta problemática social como es la ley de 1482 del 2011 que protege la igualdad racial o la cumbre de las américas estas sigan sin genera un gran impacto en los perjuicios de las personas.
Según el presidente Juan Manuel Santos, en la apertura de cumbre de este mismo año dijo:
“Yo tengo el sueño de construir un país más justo, más moderno, más seguro, un país donde la prosperidad se reparta con equidad. Yo tengo el sueño de que en nuestro suelo a nadie se discrimine jamás por sus creencias, por su raza o por su condición, yo también tengo un sueño que es la base para alcanzar los demás sueños y es el sueño de una Colombia en paz.”
Todos esos sueños que tiene nuestro adorado presidente suenan hermosos, pero ¿por qué tiene que ser un sueño y no un objetivo en proceso?, ¿por qué esperar a qué seamos sede para un evento como la cumbre afro para tratar una problemática tan grande cómo lo es el racismo?, pues lo más triste y frustrante es que él no sea la única persona que piense en la posible solución del racismo como un sueño y no como una gestión en proceso, pues tener la estabilidad social y económica de una raza entera como un sueño y no netamente como un proceso suena un tanto alarmante.
Lo que me gustaría dejar en claro es que las personas de color tenemos las ganas de salir adelante y ser alguien en esta vida, lo que en algunas situaciones es muy difícil, porque aunque se hayan creado leyes políticas de ayuda como el ICETEX hay que esperar a que pase cierto tipo de milagro para recibir esta ayuda, pues según Fernando Rodríguez, presidente de dicha entidad, afirmo que solo entre el 40 y el 50% de los estudiantes acceden hoy en día aun crédito debido a la gran demanda que se presenta.
El racismo tal vez no sea una problemática que afecte a muchos en este país, pues, el simple hecho de nunca haber sido rechazados por el color de piel los
Hace inmunes a esta clase de dolor, con la cual muchos hemos aprendido a sobre llevar, ya que en es realmente difícil causar una especie de cambio en una sociedad que está acostumbrada a la división racial y no aceptan la excepción debido a sus perjuicios.
1 comentario:
La autora de este texto deja en claro su posición en el texto al decir : “..ya que al momento de mirar a nuestro alrededor, me he dado cuenta que las personas de color o los NEGROS como nos suelen llamar, no conocemos ni el sinónimo de dicha palabra.”, realiza un buena pregunta con respecto al artículo 13 , en el tercer párrafo la autora cita a El Centro de Estudios de Derecho para dar un argumento de autoridad pero no se entiende muy bien en este pedazo del texto :” .. Por El Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, las son cifras indignantes...” creo que le falta o sobra alguna palabra.
Las preguntas que realiza a lo largo del texto son buenas llevan a cuestionarse y a pensar al lector como la pregunta “¿saben ustedes lo que se siente ser rechazado o discriminado por algo con lo que se nace y no tiene marcha atrás? pone a pensar al lector.
En el cuarto párrafo utiliza un ejemplo lo cual no es un argumento válido. Este texto despierta interés no solo por el contenido sino porque se sigue un orden claro, está bien articulado es entendible y utiliza un lenguaje sencillo por lo cual se da a entender muy bien, aunque la introducción se pierde un poco a mi parecer.
La nota que doy a este texto es 4.5. La autora cumple con muchos de las pautas pero tiene algunos errores .
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