EL ODIO HACIA LA MUJER, NO ES IGUAL A LA ACTITUD DE SUPERIORIDAD DE LOS VARONES HACIA LAS MUJERES POR GLORIA FERNANDA MAYA

Desde que el hombre se catalogó o coronó como autoridad en el reino animal (como lo dice la biblia), a nosotras se nos sometió a su voluntad, como “seres inferiores”, hay incluso escritores y teólogos que dicen que somos tan inferiores que por eso venimos de una sola costilla de Adán y no de la mitad de su cerebro o todo su cuerpo. Y así, han pasado milenios de maltratos, humillaciones, pero lo más triste es que en realidad no han pasado, porque hoy en día todavía vivimos en una sociedad misógina, que sigue viendo a la mujer como un objeto o una marioneta.

-La misoginia es la actitud mediante la cual un hombre desprecia, humilla y execra a una mujer pero no se puede confundir la misoginia con el machismo. Este es una ideología que impulsa la negación de la mujer como sujeto, todo depende del ámbito ya sea por lo económico, sexual, familiar, o se podría tomar el significado de machismo según la escritora 1. Anna Cabelle “es una ideología barata que algún filosofo o religioso le vendió a los hombres para justificar porque no podía mantener a una mujer a su lado”.

Aunque no existe mucha diferencia, la misoginia es una discriminación más directa y fuerte hacia la mujer, donde esta no puede subsistir al lado del hombre. No es una enfermedad de nuestros días, es una “peste” que se originó en millones de milenios atrás, o como lo dice el filósofo 2.Andre Gluksmann –” El odio más largo de la historia, mas milenario aun y más planetario que el de los judíos es el odio a las mujeres”. A pesar de los años , del cambio de los tiempos en que la mujer representaba una cuna de niños, y el hombre es el rey de la casa y la mujer tiene que someterse a su voluntad o “atenerse a las consecuencias", una muñeca para llevarla bien vestida a grandes lugares en la jerarquía alta, un títere con ojos pero sin boca ni oídos, a pesar de que aquellos prejuicios han cambiado, hoy en día, en una sociedad más avanzada pero más ignorante, todavía existe esta antigua peste.

Hasta el sol de hoy, “el viejo patrón patriarcal”, todavía sigue vigente, ya que según el documento de SEDESOI-CONAPRED, a las mujeres no se nos permite o más bien, alguna parte de la sociedad todavía piensa que solo servimos para ser amas de casa y ya. De acuerdo con la Primera Encuesta Nacional de Discriminación, en mayo de 2005, que aparece en el documento anterior, se encuentra que en una escala de cero a 10 las mujeres califican entre 7 y 10 el rango de la discriminación en el trabajo y en el hogar, respectivamente”. En el caso familiar, casi la mitad (48%), dice 3. “Que en su familia se le ha dado menor libertad que a sus hermanos varones; 39.8% manifiesta que en su casa le han dado prioridad o preferencia a los hermanos por ser hombres; además, 43.7% asegura que en su familia los trabajos domésticos son realizados sólo por las mujeres, y una de cada tres dice haber sido obligada a atender a sus hermanos.”

Lo que más llama la atención es que estas mujeres ni siquiera se dan cuenta de que estos problemas ya son un tipo de discriminación, y según las conclusiones de la encuesta, cuando les preguntan: ¿Por qué creen que se dan estos casos? Gran parte de ellas responde que por “tradición familiar” o porque es lo debido en la sociedad, ya que hay que conservar el papel de la mujer a través de los años, a lo que yo me pregunto entonces: ¿cuándo el esposo quiere compartir intimidad con su mujer, y por el contrario esta no quiere, pero él la toma por la fuerza? ¿Eso es violación?, no sería considerado violación ya que hay que seguir compartiendo el mismo pensamiento de años atrás donde a esta mujer, tristemente le responderían: -“No es una violación, él es su marido y él puede hacerlo cuantas veces quiera, porque él tiene sus derechos-”. Por lo tanto, como hay que preservar esa antigua tradición, porque su familia se lo dice, entonces simplemente su marido puede hacer lo que quiera con su mujer, porque él tiene derechos sobre ella, la pregunta es: ¿Vamos a conservar esos ignorantes pensamientos de años atrás o nos vamos a dar el lugar que por igualdad nos corresponde en esta sociedad?

Además, no solo somos discriminadas en el hogar o por nuestra familia, sino también cuando queremos salir adelante laboralmente. En la misma anterior encuesta, también le preguntaron a algunas mujeres: 4. “Si usted tuviera que elegir entre dos personas altamente capacitadas para un mismo trabajo ¿A quién preferiría entre una mujer madre soltera/ una mujer casada/ y entre un hombre y una mujer?”. De acuerdo con esto, las mujeres muestran ser más solidarias que los hombres, ya que estas preferían en un 50% y más, a una mujer madre soltera y una mujer. Y la misma pregunta se la realizaron a algunos hombres, donde ellos respondieron en un 48% y 60%, que como eran dos personas calificables, sería mejor, desde luego, un hombre y una mujer, soltera pero no madre.

Actualmente esta discriminación también se vio manifestada en un estudio que hicieron en España, donde la cantidad de profesionales graduados de la facultad de ingeniería, son “1390 hombres y 263mujeres y eso que solo son dos carreras las que se contaron”. Las costumbres son muy difíciles de cambiar, en nuestra sociedad se discrimina y juzga a una mujer por como viste, si es madre soltera, gustos, entre otros. La misoginia no solo se ve en las sociedades de oriente en donde la mujer es un objeto del hombre, o como lo dice el escritor 3.Feijoo “El falso Profeta Mahoma, en aquel mal plantado paraíso, les negó la entrada a las mujeres, limitando su felicidad al deleite de ver desde afuera la gloria, que habían de poseer dentro los hombres. Bastaba para comprehender cuánto puede errar el hombre, ver admitido este delirio en una gran parte del mundo”. Este delirio como se dice anteriormente no solo se ve en oriente sino también en occidente, no de la misma forma, pero si físicamente y verbalmente, la mujer es víctima de una sociedad que la determina como fáciles de manejar, o hijas ingenuas, y a los hombres se les califica como padres, machos “alfa”, figuras de autoridad, en este contexto no solo nuestro físico y nuestro ser integro se ve afectado sino también nuestras posibilidades laborales se encuentran desfavorecidas, son prácticamente invisibles.

Para finalizar, la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), da un ejemplo claro de misoginia: 6. “¿Qué pasa cuando queremos ridiculizar a un hombre por considerarlo cobarde en algún aspecto? ¿Cómo lo llaman usualmente muchas personas? ¿”Gallina”, “niñita”?”. Hasta en esta frase tan costumbrista, casi un refrán, se ve claramente la discriminación contra la mujer, y no solo así, hoy en día, si un hombre se lleva a la cama a 200 mujeres en un año o más, la sociedad lo señala como “el digno de admirar o aplaudir”, pero si una mujer tiende a manejar estas relaciones, es calificada como una “zorra” o “perra”, como la llaman generalmente. ¿Esto es justo, no se supone que somos seres iguales? ¿Con los mismos derechos y deberes?

Lo peor de todo es que no solo los hombres son los victimarios sino que a veces algunas mujeres pasan de victimas a masoquistas compulsivas. Porque no hay comercial de televisión o una publicidad que de tanto dinero, como una en la que aparezca una mujer semidesnuda o desnuda para poder vender un producto, las dos incógnitas serian ¿Hasta qué extremos va a llegar el hombre a denigrar a una mujer? Y ¿hasta cuándo nosotras como mujeres vamos a permitir esta misoginia activa y déspota? En conclusión, la misoginia comprendida como una actitud incoherente frente a la mujer, que era la que practicaban ciertos escritores y filósofos en otras épocas, se ha convertido en la actualidad en una dinámica activa y violenta, y eso es lo realmente preocupante en sí. Así que, ¿Mujeres, vamos a dejar que nos sigan tratando así?

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1. Tomado del libro “Huellas de la Misoginia” de Anna Cabelle.
5. Libro Sexo Y Negocios.
2. Tomado del Texto. “Defensa de las mujeres” de Feijo.
6. Tomado del Documento SEDESOI CONAPRED.
3 Y 4. Documento SEDESOI CONAPRED.