martes, 17 de noviembre de 2009

JOVENES EN UNA DIARIA BUSQUEDA DE IDENTIDAD

ADRIANA MARIA RUIZ
El ritmo del ahora, el alterar los sentidos, el vivir un sonido, el interpretarlo, el compenetrarse, es y ah sido siempre la mejor opción para sentirse vivo, es la manera en donde los sentidos se apropian de algo tan simple pero a la vez tan complejo que transforma, orienta pero a la vez desequilibra vidas pero aun más vidas de jóvenes que están en una continua necesidad por sentirse y hacer parte de una sociedad, teniendo esta el poder de hacerlo feliz o simplemente llevándolo a la perdición, todo esto es denominado música.
Tal vez no sea una razón de vida, tal vez sea el sueño de algunos, tal vez sea tan solo un juego de momentos que se necesitan expresar, o la manera más fácil de sentir, experimentar y descubrir lo que fue, será y podría suceder en la vida.
El poder de la música dentro de una sociedad es totalmente absurdo, cada vez los jóvenes se dividen, se optimizan, se regulan, y los lleva por distintos caminos, cuales mundos no muy distantes predomina la drogadicción, y la inmadurez con la que se maneja la sexualidad, etc., influenciado gracias a distintos géneros musicales que marcan la vida de muchos chicos desorientados, que se refugian en distintos géneros, como por ejemplo, el reggaetón, el cual es un “género musical” que maneja una contenido bastante sexual, en donde para una joven resulta más fácil poderse “comer” como dicen muchos jóvenes y mencionados en canciones de artistas muy reconocidos, a las chicas también de su misma edad; pero aquí no existe una víctima en especifico, las víctimas son todos los jóvenes amantes al reggaetón que se dejan llevar por el contenido de estas canciones, claro está que no es el único genero, y no todos los jóvenes actúan de esta manera.
Hemos visto varios ejemplos muy plasmados en nuestra sociedad, claros como los tan llamados “parches juveniles” que según ellos tienen algo en común (el reggaetón por ejemplo) y gracias a este se la pasan por la ciudad haciendo desastres y buscando un poder que definitivamente nadie lo tiene. Es ahí en donde nos podemos preguntar ¿Qué sentido tiene esta búsqueda de poder a través de la música, o quiénes son los encargados de desorientar de esta manera a los jóvenes?, pues para esto es necesario mostrar las dificultades presentados desde la casa de familia, creando una percepción más clara de lo que es el poder de la esta música para crear tanta inseguridad en estos adolecente, inseguridad que no solo existe en este género.
Pero no nos podemos dejar de mencionar a las tribus urbanas, cuales son grupos y las divisiones que les hablaba anteriormente, es donde se ve más plasmado el poder de la música, el poder que tiene para llevaros a asociarse, separarse, hacerlos reaccionar, enfrentarse, amarse y hasta detestarse, pero todo esto es también por una razón que no podemos olvidar.
Géneros como el reggae, el heavy metal, el rock, el reggaetón, o la música electrónica, son géneros que los jóvenes asocian muchas veces inmediatamente con las drogas, muchos con la escusa clara de “querer sentir más la música y hacer mas parte de ella”, o otros “tan solo quieren pasarla bien y hacerse dueños del mundo durante pocos segundos con estos alucinógenos”, palabras que son un argumento no valido para las consecuencias reales que trae este acto, el asociar sonidos, con sensibilizar los sentidos por medio de la droga es algo que está muy enmarcado en muchos de los jóvenes de esta sociedad, los jóvenes se orientan, por medio de las canciones, y sobre todo el contenido de letra al que los lleva, un contenido de protesta de revolución, de imaginación, son aspectos que hacen a estos jóvenes consumidores, ciegos, sordos y mudos, sin tener enmarcada una realidad verdadera, una realidad que tenga a veces, pero aun más inexplicable, la manera tan fácil por la que los artistas, productores de estos contenidos tan desorientados se desentienden de los efectos que sus productos, ya que no es importante el efecto que puede tener para estos muchachos este tipo de letras y melodías.
Pero porque no preguntarnos ¿será que las personas que escuchan, Jazz, tango, boleros, etc., están libres o impecables de no consumir ningún tipo de drogas?, tal vez no estén libres de nada, el hecho de escuchar un genero tal vez no siempre concluya que una persona sea drogadicta, incluso es absurdo afirmarlo.
La música puede ser la manera más asequible de liberarse, de expresarse, y de sentirse, pero muchas veces las letras de la música llevan a que los jóvenes irrespeten su cuerpo y el de los demás como sucede por ejemplo en las canciones de Calle 13, en donde incitan en la mayoría de sus canciones a que se creen ciertas imágenes despectivas de la mujer, y así se pierda la dignidad, pues pareciese que no hubiese fronteras para algunos géneros que describen tal vez exactamente de manera indirecta lo que transciende o evoluciona de una generación.
Es muy común que en muchas circunstancias los jóvenes sean una fiel copia de su cantante favorito, que vista la misma camisa, los mismos zapatos y hasta su mismo look de cabello, esto es un ejemplo claro, de que los jóvenes en su búsqueda de identidad como principio de esta optan por tener las actitudes, de estas personas que reflejar admiración, pero los jóvenes no saben del trasfondo de estos artistas, que muchas veces viven en el mundo de la drogadicción y se muestran sin complicaciones ante sus fans, pero no piensan en fondo que pueden ser un ejemplo clave para la construcción de la personalidad de un joven.
“los adolecente son totalmente cambiantes” dice Sergio Botero, y esto es un aspecto en el que influye principalmente la música, pero también dice que “en los artistas o cantantes ya no existe creatividad, es como la remodelación de los verdaderos éxitos musicales”, entonces es hay como se ve que no solo afecta a los jóvenes si no también y aun mas a la propia música.
La música como dueña y señora de los oídos de cada joven trae claramente consecuencias, como sufrir trastornos de comportamiento, el actuar de manera acorde al ritmo o a los que quiere transmitir la música, como sucede en lo que denominan “pogo” en donde los chicos y chicas se expresan mediante golpes, empujones, etc., y finalmente lo que sienten y según dicen “se sienten liberados y dueños del mundo”.
La música absorbe a las personas, les quita tiempo de interactuar directamente, pero a su vez es un lenguaje no verbal bien definido, que la mayoría permite que la comunicación sea más fluyente por medio de expresiones.
Como afirmaba en el documento “papel de la música en los jóvenes” que los adolecentes “entran en edad de grandes ideales y mayoritariamente, se enfrentan bien a su proceso evolutivo” esto es un claro reflejo de la necesidad perdida de los jóvenes por ser identificados por otros para así tener seguridad de que son importantes, por esto quieren enfrentarse a una realidad totalmente idealizada que lo obliga a como dice este texto “no hay jóvenes sin grupo”, es una necesidad abstracta que a toda costa se tiene que definir y realizar.
La música también influye en el momento en que los jóvenes buscan una identidad y para esto quieren a toda costa desprenderse y ser independientes de sus padres, puesto que esta al unir lazos de amistad superficial, corta lazos familiares, por diferencia del cómo piensan los jóvenes a sus padres. Gran diferencia que también influye no solo entre jóvenes si no también en toda la sociedad, y es ahí en donde se entra en un estado de intolerancia, de insatisfacción por parte y parte, haciendo que los actos lleven un ritmo rotundo y contundente de querer encontrar una razón por la cual vivir en lo que ofrece día a día la música.

1 comentario:

Adriana dijo...

Calificación: 4.0
Comentario
Jhon opina que el ensayo expone la opinión del autor sobre un tema muy polémico, pero muy importante en la sociedad y sus modelos de ciudadanos, en este caso, es expuesta la influencia que tiene la música en los jóvenes, en el texto se argumenta con ejemplos validos, debido a que son casos reales y muy frecuentes en nuestra sociedad, pero el documento tiene falencias en redacción, ya que reiteradamente se unen palabras que no concuerdan y pueden confundir al lector, también se presentan errores ortográficos, por ende el ensayo no es completamente bueno; pero la temática y la forma de expresar las ideas hacen que el ensayo sea de buena calidad.