RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (2006); ABC del TLC; Bogotá D.C.; 12pp; http://www.presidencia.gov.co/tlc/documentos/abc1.htm .
Según el texto institucional “ABC del TLC” editado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (La misión, visión y objetivos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo consiste en apoyar la actividad empresarial, productora de bienes, servicios y tecnología, así como la gestión turística de las regiones, ser un eje fundamental del desarrollo económico y dentro del marco de su competencia formular, adoptar, dirigir y coordinar las políticas generales en materia de desarrollo económico y social del país) un Tratado de Libre Comercio significa tener la posibilidad de eliminar obstáculos en el Intercambio Comercial entre países que acuerdan mejores condiciones de acceso para sus productos. Esto implica no sólo la eliminación o reducción de aranceles, sino también poder acabar con las barreras socio-económicas que impiden el oportuno acceso de los bienes.
En el Documento nos indican que Colombia, hace más de 30 años, ha firmado varios acuerdos de este tipo, con países como Ecuador, Perú y Venezuela, y recientemente con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, teniendo factores a favor en la importación y exportación de mercancías; y con respecto a otros países, Colombia hace parte de la Organización Mundial del Comercio teniendo ciertos beneficios en su actividad comercial.
Según el texto, gracias a este acuerdo, se favorecería el comercio al no haber un pago de aranceles, generando una libre vía comercial hacia el mercado más grande del mundo, al crear acceso a la población con mayor poder de compra; y dando como resultado un crecimiento notorio en la economía, nuevas ofertas laborales, mayor Ingreso económico por persona, al igual que una mayor Demanda para los Comerciantes Colombianos, fortaleciendo la economía Nacional y brindando la oportunidad a la Inversión en Servicios básicos como Salud y Educación para la población más vulnerable.
Acorde con el ABC, fue Colombia la mayor interesada en que se comenzaran las negociaciones para alcanzar un TLC con Estados Unidos; aunque factores como el vencimiento en 2006 de ATPDEA1, no se postergarían mientras se lleva a cabo el cierre de dicho acuerdo. Aunque el TLC en negociaciones, es mejor que el ATPDEA porque incluirá más productos, además de servicios, y porque su vigencia será a término indefinido, posibilitando que los empresarios hagan inversiones a largo plazo para aumentar su capacidad productiva, con la tranquilidad de que las buenas condiciones para exportar no se las van a quitar en unos cuantos meses o años.
Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, determinaron las posibles consecuencias a razón de la No firma del TLC con Estados Unidos, las cuales podrían ser que los países con los que sí se han negociado sus tratados, cuentan con condiciones favorables para el ingreso de sus productos a dicho mercado, como es el caso de: México, Chile, República Dominicana y países centroamericanos, obteniendo mayores ventajas que Colombia. Mientras que si por el contrario, se lleva a cabo dicho Acuerdo comercial, se cumpliría el objetivo de llevar al país a tasas de crecimiento anuales superiores al 5% (Actualmente estamos creciendo al 4%) que permitan disminuir sustancialmente el desempleo, aumentar el gasto social y mejorar la calidad de vida de todos los colombianos.
Continuando con el contenido del texto, se resuelve todo mito que ha cumplido función de barrera en la firma del Tratado, tal como la disminución de Salario para un Trabajador Colombiano en relación con uno Estadounidense, aclarando que el TLC obligará a hacer cumplir su legislación laboral y a no desmejorar las condiciones de los trabajadores para ganar competitividad; como ejemplo, informan que países que se han integrado al comercio internacional han logrado aumentar los salarios de los habitantes.
Continuando con las incógnitas que aquejan a la sociedad colombiana con respecto a la firma del TLC con Estados Unidos, se encuentra que este, no contemplara la privatización de los servicios ó las empresas públicas, que seguirá tratándose en la misma forma en que se viene haciendo hasta el momento. Servicios como Educación pública, sea básica, media o superior, no están en negociación y seguirá siendo garantizada por el Estado colombiano. Igualmente, la provisión de Salud seguirá siendo prestada por el Gobierno, sin que se vea afectada por el tratado.
También se derriba el posible mito de que a las MIPYMES2 les pudiera afectar el acuerdo, por el contrario, el TLC es una oportunidad de crecimiento al poder ingresar sus bienes y servicios al mercado más grande del mundo o hacer parte de cadenas productivas dentro del país, proveyendo a las empresas exportadoras.
En el Documento se plantearon posibles efectos en el Sector Agrícola Colombiano con el TLC, el cuál busca aumentar las ventas de sus productos agrícolas en Estados Unidos, el mayor mercado del mundo, lo que debe implicar un aumento general de la producción.
Como conclusión, se observa que el contenido de este informe es conveniente para enterarnos de las secuelas que nos dejara la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, las cuales están radicadas en una mejora del Bienestar de la población a través de la oferta de mejores empleos y un mayor crecimiento y fortalecimiento económico, basado en el aumento del comercio y la inversión nacional e internacional.
De igual forma, tomando como origen el TLC, se logrará que los inversionistas encuentren un ambiente de negocios más estable y seguro, y así poder conseguir que los exportadores colombianos tengan la posibilidad de participar en igualdad de condiciones en las compras que realiza el sector público en los demás países, mediante ayudas que se les dan directamente a sus productores, para que haya igualdad de condiciones y no se creen brechas en el comercio.
Igualmente, cabe resaltar como medida en la firma del TLC, que se tienen parámetros claros sobre las prácticas limitadas de comercio que aplican en algunos países y propician normas para enfrentar hábitos anticompetitivos, y crear una política de seguridad comercial que propicie bienestar para ambos sectores beneficiarios y su sociedad.
Maritza Muriel Pulgarín.
Universidad Autónoma de Occidente.
Facultad de Ciencias Económicas & Administrativas.
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