miércoles, 19 de mayo de 2010

El graffiti no es Arte, ni vandalismo por Ana María Cortés Charris





En mi ensayo voy a demostrar que el graffiti no es arte, ni vandalismo, partiendo de objetos puntuales:
Primero el graffiti data desde los inicios de la humanidad, cuando se realizaban grafos en las cuevas, que surgen de la necesidad del ser humano por la comunicación, y de los cuales aún quedan registros en todo el mundo, por ejemplo en Roma, donde se puede observar rastros de talladuras en los restos de los templos de Pompeya, entonces ¿Cómo podemos llamar vandalismo a algo que surge desde nuestros indicios, y que puede ser considerado la esencia de lo que es el ser?
Durante los años 60 cuando empezó en Nueva York, influido por la música hip-hop. Los primeros artistas de graffiti se dedicaban a firmar, vivían y pintaban en Nueva York. Artistitas del graffiti como Demetrius mas conocido como TAKI183, un mensajero que laboraba en la ciudad de New York, quien dejaba su firma en todos los lugares en donde entregaba documentos y paquetes, y por lo cual en los años 60 fue entrevistado por el New York times, lo que llevó al graffiti a su apogeo. Muchos jóvenes comenzaron a imitarlo dejando su firma por toda la ciudad, lo que genero un gasto de más de $300.000(80.000 horas laborables) en la limpieza del metro de NY. Pero el único objetivo de estos jóvenes era dejar la mayor cantidad de firmas en lugares en los cuales era mayor el riesgo y de esta manera ganar más reconocimiento en el medio del graffiti.

A partir de esto, se tildado el graffiti como vandalismo, basándose en que afean las fachadas de las ciudades, pero sin duda es mi deber resaltar que con el pasar del tiempo la concepción de lo que es el grafiti en este mismo medio a dado un giro trascendental y ha llegado a ser mas que una firma, un estilo que destaca en cada trazo una muestra de inconformismo. También debo decir que es un poco contradictorio acusar al graffiti de dañar espacios públicos y afear la ciudad, ya que cuando el estado necesita un área, ya sea para expandirse o para usarlo como medio publicitario, no lo piensan dos veces, pasando por encima de los recuerdos y de lo que puede significar este espacio para muchos. Aquí es cuando se pone en duda, la “importancia” de esta área urbana. También se ha llegado a decir que el graffiti solo transmite vulgaridad, mensajes obscenos, promueve la delincuencia, en pocas palabras, es la parte marginal de la sociedad; y claro aparentemente y ante una sociedad que se ha cegado por lo que nos transmiten los medios de comunicación, la política, etc. Incluso por los estigmas que nos ha implantado la sociedad sobre que es bueno y malo, pero bajo que criterio se crean estos estigmas, por favor, que venga alguien creyéndose dueño de un territorio que es de todos, y te diga esto es bueno, esto es malo, haz esto, haz lo otro, inclusive manejando tus creencias, y sin darte cuenta estas ya eres parte de una sociedad manipulada.
Hay que resaltar que, son pocos los que saben que es un graffiti, es decir no todo en el medio urbano es considerado graffiti, no cualquiera que plasma su nombre o un mensaje en la pared puede ser llamado graffitero, hay características que se deben tomar en cuenta a la hora de calificar algo como graffiti, como que, quién realiza estas piezas no busca ser reconocido como el artista, y mucho menos que su obra sea catalogada o encerrada en un museo, ya que el graffiti surge como un medio de expresión, dirigido a las personas que no tienen suficiente dinero o que carecen de él, como para gozar de entradas a un museo, tener acceso a una galería, etc. “tal parece gozar de las creaciones de la humanidad, es privilegio para unos pocos”, y esto es lo que conlleva a los grafiteros a exponer sus obras a la vista de todos; hay artistas que han tomado este medio para la elaboración de sus obras, como Keith Haring quien empezó a pintar sus dibujos en sitios públicos, primero pegando posters y luego pintando directamente sobre muros y los paredes de los metros de Nueva York, al ser un tipo de arte tan distinto, Haring se hizo famoso, y pronto museos de arte en la ciudad empezaron a exponer sus obras, cabe a resaltar que no es el mismo estilo que se maneja en el graffiti, puede que ambos sean realizados en aéreas urbanas, pero el graffiti busca transmitir mensajes directos y realistas, y con estos sacar la idea del mundo fantasioso que nos han vendido, ¿Será acaso que esto es lo que realmente causa tanta polémica en la sociedad?
Sin embargo estoy de acuerdo con delimitar el espacio para realizar estas obras, si bien dije que el espacio no tenia un propietario, y no debía ser nombrado como propiedad exclusiva de unos pocos, también estoy de acuerdo que hacemos parte de una sociedad y el respeto hacia otros es fundamental, y si algunos no aprecian el graffiti como tal, no deben ser obligados a este, ya que se perdería, a mi parecer ese sentido representativo del graffiti, que es expresar el inconformismo hacia “un encarcelamiento propio”, « irónico no, los únicos que nos podemos encarcelar, somos nosotros mismos, y lo hacemos» o como lo llamaría Silva “la prisión de la sociedad”; pero de igual forma se deberían respetar los espacios de aquellos que estamos hartos de ver las calles infestadas por publicidad barata, así que lo mejor sería llegar a un consenso, si se va a delimitar el graffiti, también se debería delimitar los espacios para la publicidad. Nadie es dueño absoluto de nada, a todos nos pertenece una parte.
Entonces si no vandalismo, ¿el grafiti es arte? Para aquellos que catalogan el graffiti como arte, cito las palabras de Gombrich “no hay arte en realidad, sino que hay artistas”. Un artista puede provenir de cualquier lugar, sin dependencia política o social, un artista es aquel que tiene la habilidad y la firmeza para expresarse y no conformarse, los limites de un artista corren por su propio criterio, aunque la creación varia dependiendo del medio en el que se encuentra, a lo cual Gombrich llama “lógica de la situación”, la interpretación de esta corre por cuenta del artista.
En conclusión el graffiti no es arte, pero quien lo hace, sí es un artista, quien como todos se ve influenciado por un medio, solo que el expresionismo de sus obras son hechas para recibir la apreciación de todo publico, y como a toda obra unos darán su visto bueno a otros tantos no gustará, pero la satisfacción del artista al ver su obra, nadie se la puede quitar.

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