miércoles, 19 de mayo de 2010

SI EXISTE UNA DIFERENCIA POR MARGARITA BOHORQUEZ

¿Qué es el sexo para un hombre?, ¿qué es el sexo para una mujer?, ¿qué es el sexo para un niño?, ¿para un anciano?, ¿para un adolescente? Cada uno puede definir el sexo de una manera distinta, según su género, su edad, su educación, su cultura, etc.; pero es claro que en un contexto en general significa lo mismo, el sexo es el acto físico y/o afectivo más importante para el ser humano, por lo tanto es normal verlo representado de una y mil maneras.

El cine es una de esas maneras, en él el ser humano refleja sus deseos, fantasías, realidades, falsedades y verdades; y al ser el sexo parte fundamental de nuestras vidas ya hay películas que lo personifican.
Esas historias de cama (aunque no siempre sean en una cama) se muestran de distintas maneras, en algunas películas el hecho cierra una historia de amor, en algunas otras le da el toque picante a una historia de acción, pero existen otras que son hechas única y exclusivamente para mostrar historias que siempre terminan entre sábanas.

Es ahí cuando entran el cine pornográfico y el cine erótico, géneros cinematográficos que causan y seguirán causando polémica dentro de la sociedad, la cual considera en su mayoría que agreden la integridad moral del ser humano mostrando su intimidad de una manera tan explícita que puede llegar a considerarse morbosa, ¿y por qué morbosa?, eso puede depender del estereotipo en que cada quien se encasille, pero hablando en términos generales esto se debe a la “normalidad” a la cual estamos acostumbrados, es decir, el sexo siempre ha sido un tema “prohibido” y es posible que con tantos cambios en nuestra época ya no lo sea tanto, pero aun así para nosotros sigue siendo incómodo hablar sobre sexualidad y todo lo que esta conlleva.

Considerando también la doble moral con la que vivimos cada día, esa que nos dice hacer algo pensando en lo contrario, es común encontrar detractores de estos géneros, ¿por qué? Bueno, pues es sencillo, el cine erótico y pornográfico toca nuestra intimidad y muestra lo que para algunos (¿o todos?) sería lo deseado.
Como lo indica José Luis Anta Félez en su artículo “Entre el artificio y el género: El Cine pornográfico”, “el cine está hecho para que el ser humano se sienta protagonista, tener un papel en la vida de otros, en definitiva, ser héroes” y es así como funciona para el cine X, pues aun más en este género el espectador imagina ser parte de la historia y ser siempre el protagonista.
Para entender la finalidad de estos géneros es necesario diferenciarlos, pues para muchos es lo mismo y ¡no!, no lo es.

Es claro que en el cine pornográfico se muestra el sexo de una manera abrupta, sin censura, sin espacio para la imaginación, pero como en todo, entre gustos no hay disgustos y hay quienes disfrutan esta representación explícita del sexo, aunque no es la mejor manera pues convierte el sexo en un acto meramente físico sin cabida para los sentimientos, aun así es completamente válida y respetable.

En el cine erótico, este concepto de sexualidad exagerada y fantasiosa que se ve en el cine pornográfico cambia completamente, pues en este género aunque hay un acto sexual explícito, hay manejo de emociones que llevan también al espectador a sentirse parte de la historia pero no sólo físicamente sino también con el sentir de las emociones mezcladas entre los protagonistas y es ahí cuando se ve reflejada la diferencia, cuando se entiende el contenido del cine erótico, es decir, cuando es claro que un film erótico llega a ser arte, mostrando las emociones del ser humano abiertamente, revelando como dos cuerpos pueden ser uno….

Otro aspecto claro que nos lleva a diferenciar estos dos géneros, son los nombres.
Una producción con tintes eróticos en su titulo es casi seguro que no lleva ni a imaginar qué clase de contexto tiene.
Claros ejemplos de esto, son las películas “Nueve Semanas y Media” y “El Imperio de los sentidos”, en su titulo no se puede leer el contenido de la película, es posible relacionarlo con cualquier otro tipo de situación menos con el verdadero significado de éstas.

En contraste, vemos títulos en el cine pornográfico, como; “Ellas Las Prefieren Largas” o menos implícitas pero aun así tácitas como “Se Fue En Busca De Trabajo Y Le Comieron Lo De Abajo”.

Para aclarar aun mas las diferencias, es necesario adentrarse en el contenido de cada estilo cinematográfico.
En la clasificación como cine erótico se encuentra una de las más reconocidas en el medio, la cual es “Nueve Semanas y Media”, hecha en 1986 y protagonizada por Kim Basinger y Mickey Rourke.
El contenido de esta película habla de una relación de sexo desenfrenado donde se pondrá a prueba el concepto de lo que significa una relación totalmente apasionada.
Se resaltan claramente las escenas de pareja, agradables por su presentación y desarrollo, sutiles pero inequívocas, calibradas para que el ojo desprevenido no encuentre en ellas morbo sino diversión de pareja e intimidad.

En caso del cine pornográfico, no es difícil imaginar en títulos como “Se Fue En Busca De Trabajo y Le Comieron Lo De Abajo”, que clase de propuesta hay. Historias de “empleadas” que van en busca de trabajo y por razones y circunstancias poco probables, terminan teniendo relaciones con sus futuros jefes.
Son situaciones ajenas unas de las otras, escenas cortadas por el hecho que los protagonistas terminan un acto sexual que difiere completamente con lo sentimental.

Con esto queda clara la amplia diferencia que existe entre estos géneros, ya no es suficiente con generalizar pues hay una amplia brecha que los separa, en contenido y realización.

No hay duda que para éstos géneros siguen y seguirán habiendo detractores (especialmente para el pornográfico), pero en mi opinión, como en todo, deben respetarse los gustos, cada quien es libre de decidir cómo y en donde encuentra diversión.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Claramente se identifica que la persona ve el sexo como un tema actual, y común a todos que la gente debería empezar a ver sin tapujos, pues es la esencia mas intima del ser humano. Y relaciona este tema con la industria cinematográfica para empezar a diferenciar el cine pornográfico y el erótico como tal.
La autora utiliza varios argumentos para defender su posición. Primero resalta el hecho de que el sexo es común a todos los seres humanos. Y que no se hable de él se debe a los tabúes y las creencias sociales que dicen que este es un tema “prohibido” algo de lo que no se puede hablar.
Continúa con el hecho de que, el sexo, por ser algo tan íntimo, cuando es llevado a la pantalla grande, genera al público una identificación por así decirlo, pues los espectadores dan riendo suelta a su imaginación recreando momentos que ya han vivido.
Luego hace una comparación entre el cine pornográfico y el erótico, los diferencia y se inclina hacia el segundo, pues según su opinión es mejor, más limpio, por así decirlo y mejor realizado.
Se basa en la doble moral de las personas que quieren aparentar ante los demás. Pero bajo cuerda dan rienda suelta a sus impulsos, dejando llevarse por el mundo sexual.
Da el argumento de las personas que están en desacuerdo con el cine pornográfico y el erótico. Y después rebate esta afirmación con una pregunta algo desafiante.
Se sigue un orden claro, primero introduce el tema del sexo, la industria cinematográfica, como estos van ligados, la polémica y la diferencia entre estos dos. Está bien articulado es entendible y utiliza un lenguaje sencillo y llamativo.
La autora cita de manera directa a José Luis Anta Félez, y parte de allí para defender su posición.
La introducción de la autora causa de por si polémica. Pues lanza una serie de preguntas no convencionales desafiando a lo establecido y estipulado. Además pregunta desde el punto de vista de todas las etapas del ser humano, niño anciano, adolescente, lo que genera más controversia, pues puede tocar la susceptibilidad de los lectores, que al contrario piensan que el sexo y la industria del cine pornográfico y erótico no es nada más que algo morboso.
Pues a mi juicio si se despierta interés, pues al ser un tema tan polémico la lectura del texto se hace interesante, además posee puntos clave como la diferenciación de los dos tipos de cine, y está escrito en un lenguaje fresco, cómodo y sencillo, lo que hace que el texto despierte interés y que sea fácil de leer.

Unknown dijo...

Observaciones:
Aunque se despierta interés y genera polémica, el punto de la comparación esta algo confuso, pues al ser abordado cambia el curso de todo el ensayo, es decir, que se termina hablando sobre la diferencia y cual es mejor o peor, y no en si el problema que es, según mi entendimiento, los prejuicios sociales que tiene la sociedad con respecto al cine pornográfico y erótico. Pienso que este aspecto de diferenciación debería ser abordado como característica, para dar contexto y explicar al lector que son estos géneros cinematográficos. La intención debía ser profundizar en el aspecto problemático, la información fue algo superficial y aunque es clara, solo deja ver a grandes rasgos lo que es la problemática en sí. Puede que haya intentado abarcar todas las pautas, pero no profundizo bien en las más importantes, y termino dándole más importancia a las características que a la polémica en sí. Y otro aspecto no sé si aplique es que un ensayo se escribe en tercera persona y la autora redacto pedazos en primera persona.
La nota que doy es 4.0. No me guio tanto en las pautas sino en el hecho de que según el modelo de la nota 5, la estudiante cumple con todos los requisitos, pero muy superficialmente, no da la profundidad requerida y a la hora de abordar la problemática termina desviándose y generando una conclusión un tanto fuera de contexto, fuera de la polémica que planteo al inicio.